Exteriores prepara un plan para aumentar su papel en Africa central

El Mundo, MARISA CRUZ, 29-07-2007

Moratinos viajará el próximo otoño a Kenia, Etiopia, Congo, Namibia y Mozambique – Para el Gobierno esta región es una «prioridad» El Ministerio de Asuntos Exteriores perfila ya un plan para dar presencia a España en Africa central. El Gobierno considera que, a punto de finalizar la legislatura, ha cumplido con su objetivo de implantarse institucionalmente en la región subsahariana. Ahora el reto se fija en el área de los Grandes Lagos. Exteriores proyecta la apertura de una embajada en Uganda y una gira del ministro en otoño que le llevará a Kenia, Etiopía, República Democrática del Congo, Mozambique y Namibia.


En estos nuevos planes tendrá una especial relevancia la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), que de aquí a la próxima primavera abrirá oficinas técnicas de cooperación en Níger, República Democrática del Congo y Kenia. Incluso, extiende sus proyectos con vistas a una nueva legislatura en la que se instalarían oficinas en países que ahora cuentan sólo con una antena, como Sudán, Santo Tomé y Guinea Bissau, o en aquellos con los que sólo existen planes bilaterales de cooperación como es el caso de Gambia, Liberia y Guinea Conakry.


En la actualidad, la presencia diplomática española en Africa se traduce en la existencia de 23 embajadas que cubren la mitad del continente. En esta legislatura se han abierto seis nuevas legaciones diplomáticas en Mali, Níger, Cabo Verde, Sudán, Guinea Conakry y Guinea Bissau y se han establecido antenas diplomáticas en Gambia y Liberia. El próximo objetivo será Uganda, en la región de los Grandes Lagos.


Desde Exteriores se asegura que en esta legislatura se ha conseguido incluir el continente africano en el «mapa de prioridades diplomáticas y de cooperación». «España», señalan las fuentes, «tiene pocos lastres en Africa y es bien recibida. En buena medida somos ahora el país que impulsa la estrategia de la UE hacia el continente, a pesar de que nuestra vinculación histórica es mucho menor que la de otros países europeos».


La diplomacia española espera poder dar un nuevo impulso a esta política europea en la II Cumbre UE – Africa que se celebrará en diciembre en Lisboa.


En materia de cooperación al desarrollo, España ha multiplicado exponencialmente las cifras de ayuda al continente. En el periodo 2001 – 2004 la ayuda para toda la región subsahariana era de 150 millones de euros anuales. Sólo en 2007, la cifra se elevó a 500 millones y está previsto que en 2008 alcance los 700 millones. El reto pendiente, señalan en la AECI, es el de consolidar definitivamente estas cifras – «que gobierne quien gobierne», dicen, «no tengan marcha atrás» – , de manera que Africa subsahariana y occidental sea en el próximo plan director de cooperación una prioridad como lo es el Magreb o América Latina.


En Exteriores consideran que se ha alcanzado la «velocidad de crucero» en relación con este continente. «Antes», señalan, «la política española en Africa era defensiva, obsesionada con la españolidad del archipiélago canario. Ahora los desafíos son otros, empezando desde luego por el de la inmigración que está íntimamente ligado al de desarrollo».


También apuntan que el Plan Africa, que se elaboró en 2004 replanteando toda la estrategia, está ya «totalmente superado». Este plan tenía siete puntos prioritarios y el primero era lograr presencia política e institucional en el continente. El camino ha quedado abierto en prácticamente toda Africa occidental.


El control de la inmigración ha sido una de las claves de la estrategia española, si bien desde Exteriores insisten en que «el convencimiento de que había que desembarcar políticamente en Africa fue previo al estallido del problema migratorio».


Pese a ello, a este objetivo se ha dedicado el mayor esfuerzo. El Gobierno ha elaborado una oferta que se plasma en los llamados acuerdos de segunda generación, que incluyen ayudas muy importantes pero exigen el compromiso de los países receptores de controlar sus flujos migratorios y aceptar las repatriaciones de los inmigrantes ilegales.


La diplomacia española asegura que estos acuerdos han tenido «muy buena acogida» y apuntan que en lo que va de 2007, la inmigración ilegal procedente de Africa subsahariana se ha reducido en un 60%. En este año se han suscrito acuerdos de segunda generación con Mali, Cabo Verde, Gambia y Guinea Conakry. Sólo se resiste Senegal, un país que, sin embargo, colabora estrechamente con España en este terreno y al que ya se le han ofrecido 2.000 puestos de trabajo para canalizar la inmigración por vías legales.


La presencia económica y comercial sigue siendo el flanco débil de toda esta política. En realidad Africa es un mercado pequeño y con muchos obstáculos. No obstante, el Gobierno está convencido de que también ofrece muchas oportunidades. «España es el quinto inversor mundial y no debería estar ausente de este continente», señala Exteriores.

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