La consejera de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, Inés Rojas anunció ayer que visitará personalmente todos los centros de menores extranjeros no acompañados en las Islas, un propósito que ya había previsto, pero que cobra mayor significado tras la denuncia de la organización Human Right Watch de la situación de supuestos abusos y maltrato a los menores acogidos en los centros de emergencia de Gran Canaria y Tenerife. Asimismo, garantizó que se realizará una investigación para contrastar los datos que presentó ayer la organización internacional de defensa de los derechos humanos, aunque aseguró que en esa Consejería “hay informes” que contradicen a HRW.

La consejera, aunque no quiso restar autoridad a la entidad defensora de los derechos humanos, sí censuró que "tardaran primero un mes en comunicarlo al Gobierno de Canarias y luego seis meses en hacerlo público. “Debió comunicarlo antes y ponerse en comunicación también ahora con el Gobierno canario para saber si esa situación ha cambiado”, expresó Inés Riojas.

Sobre los trabajadores de Mundo Nuevo, entidad que gestiona los cuatro dispositivos de emergencia, alegó la dificultad de trabajar con estos niños, “que no son felices” por estar lejos de su casa y de su familia, y elogió que “tengamos personal nuestro dispuesto a trabajar con ellos, y hoy se vean de forma, no digo gratuita, pero cuestionados, porque las cosas hay que demostrarlas y comprobarlas”.

HRW pidió ayer a "investigar las alegaciones de abuso y maltrato a estos niños y dirimir la responsabilidad de los autores, informar a los menores de sus derechos, poniendo especial énfasis en su derecho a obtener la autorización de residencia y un permiso de trabajo, y el derecho a la educación y a la salud.