La patrullera “Conde de Gondomar” interceptó en la tarde de ayer a un cayuco que se encontraba navegando a la deriva, a unas 65 millas al sur de la isla de El Hierro, y después de transbordar a los 149 inmigrantes que se encontraban a bordo, puso rumbo al puerto herreño de La Estaca, donde tiene previsto desembarcarlos a primera hora de hoy.

La embarcación fue avistada hacia el mediodía por una aeronave del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) que se encontraba de patrulla y que dio el pertinente aviso a Salvamento Marítimo.

Una vez se establecieron las coordenadas exactas de situación del cayuco, la patrullera “Conde de Gondomar” salió a su encuentro y procedió al transbordo de sus ocupantes.

Tras cumplir esta operación, el buque de Salvamento Marítimo puso rumbo hacia el puerto herreño de La Estaca, donde tenía previsto atracar, siempre que las condiciones del mar no lo impidieran, entre las 7:00 y las 8:00 horas de hoy.

Cupo de trabajo

En otro orden de cosas, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, anunció ayer que Mauritania será un país “prioritario” para la contratación de trabajadores en origen, una fórmula con la que el Gobierno pretende desincentivar la inmigración ilegal y cubrir las necesidades del mercado laboral español.

Tras reunirse con el ministro de Empleo, Inserción y Formación Profesional mauritano, Cheikh El Kebir Oul Chbih, Caldera dijo que ambos suscribirán hoy un acuerdo de gestión de flujos migratorios “que servirá para ordenar legalmente la inmigración” de Mauritania y favorecer la contratación en origen.

El acuerdo permitirá que los sectores económicos españoles puedan contratar a los trabajadores mauritanos que necesiten, una iniciativa que ya “funciona muy bien” en muchos países de Latinoamérica y en Marruecos, y que el Gobierno quiere trasladar a los países del Sahel, de donde procede la mayor parte de la inmigración ilegal que llega a España.

Con este tipo de iniciativas, explicó el ministro, los empresarios españoles han contratado durante este año a más de un millar de trabajadores senegaleses, a unos 500 procedentes de distintos países de la zona subsahariana y a más de 8.000 marroquíes, que trabajan como temporeros en España.