LUCÍA ETXEBARRIA ESCRITORA

«La novela española va por detrás de la realidad»

En su última novela, 'Cosmofobia', retrata la vida de un grupo de personas que viven en el barrio de Lavapiés

Diario Vasco, ANDER GOYOAGA, 25-07-2007

La escritora bermeana se encuentra en Donostia disfrutando del Jazzaldia 2007. En Cosmofobia, Lucía Etxebarria hace un retrato colectivo de un conjunto de personas de muy diferentes orígenes, «desde el inmigrante más tirado hasta la típica pija alternativa», cuyas vidas se cruzan en el barrio madrileño de Lavapiés.



– ¿Qué quería reflejar en ‘Cosmofobia’?

– El libro es una historia de muchos personajes, con uno central, un marroquí rico, y se desarrolla en el barrio madrileño de Lavapiés. En este barrio se da una mezcla de gente de todo tipo, desde el inmigrante más tirado hasta la típica pija alternativa. Entonces se van cruzando historias de gente muy diferente. A pesar de lo que ha dicho la crítica española, no es un libro sobre inmigración, simplemente quería reflejar la sociedad en la que vivo en la que también hay negros y árabes. En Francia se publicó el libro antes que en España y allí la crítica incidía en que era una historia de amor entrecruzada. El problema es que la novela española va por detrás de la realidad, todavía muy pocas novelas han reflejado la inmigración. Está muy bien que haya novelas sobre la Guerra Civil, pero tantas… La novela española mira mucho más al pasado que al presente.

– ¿De dónde ha sacado a los protagonistas de la novela?

– He hecho muchísimas entrevistas para crear a los personajes de la novela. Tenía ideas previas que surgen de lo que ves en la calle, en el barrio… Luego, gracias a las entrevistas, he ido creando los personajes y enriqueciéndolos. Son personajes que podría ver en mi barrio y cuyas vidas me parecen mucho más interesantes de reflejar que las de la gente que vive en sitios como el barrio de Salamanca de Madrid, que es completamente monocromo.

– Todo eso de que el mestizaje y la multiculturalidad nos enriquece suena muy bien, ¿de verdad lo cree?

– Sí, yo creo sinceramente que es bueno y que nos enriquece, toda mezcla es buena.

– ¿Y los obreros que se quejan de que las VPO se las llevan ‘los de fuera’?

– En Madrid las VPO les tocan a los primos de Esperanza Aguirre. La gente que se queja de ese tipo de cosas se debería quejar a los de arriba, a los que mandan. En mi barrio hay gente que se queja de que las guarderías les tocan a los inmigrantes; esa gente debería preguntarse por qué no hay más guarderías si ellos pagan impuestos. La culpa no es de los inmigrantes sino de quienes distribuyen nuestros impuestos. Ese argumento es de una ignorancia supina, y es hacerle el juego al sistema. Los que repiten esos argumentos son los típicos que no han leído un libro en su vida. Los que mandan hacen que creamos que el problema es de los inmigrantes.

– ¿Y se están haciendo los deberes con los inmigrantes?

– Yo creo que para nada. Desde luego sería mejor que no hubiera sitios como Lavapiés, que puede que a veces se miren como lugares con un cierto encanto pero que realmente son durísimos. También sería mejor que no hubiese sitios como Chueca que, al fin y al cabo, es un ghetto para homosexuales al que se tiene que ir porque en el resto de sitios no pueden vivir con normalidad.

– En la novela la gente más vacía que aparece es la que más tiene materialmente. ¿Es cierto que el dinero no da la felicidad o qué?

– Sí, en el libro se van cruzando historias de gente inmigrante que materialmente no tiene nada, con las de gente que materialmente lo tiene todo pero que tiene un vacío interior tremendo Está claro que la ausencia total de dinero no da la felicidad, pero, a partir de un nivel, el dinero te hace trabajar para él. Tienes que estar todo el día pendiente de que tu gestor no te robe, de que la gente que se acerque a ti no lo haga por interés…

– ¿Le ha pasado algo de eso a usted?

– Sí, desde luego que sí. Yo, a pesar de lo que pueda pensar la gente, no tengo mucho dinero porque escribir da menos que lo que la gente piensa, pero sí que tengo que tener un cuidado extremo en que la gente que se acerque no lo haga por interés, por trepar de alguna manera… Si me pasa a mí, a gente tipo Penélope Cruz, le tiene que pasar muchísimo más…

– Lleva mal la fama, ¿no?

– Sí, fatal porque soy extremadamente tímida. Hace poco lo hablé con Bebe, la cantante, y le ocurre lo mismo, ella tampoco lo soporta. Además, esta sociedad todavía es muy machista y a las mujeres nos tratan de otra forma, si eres mujer, joven y pequeñita siempre llega el típico tío que se te avalanza. Yo soy muy tímida y además no me gusta que me toquen, entonces esto es una tortura. No es lo mismo que hayas ido a Operación Triunfo y ya supieras la que te iba a caer, a que hayas escrito un libro y que jamas pensases que esto te iba a suceder. Es imposible que alguien a quien no le haya pasado lo entienda, te descentra, desconfías de la gente, empiezas a recibir ataques y críticas terribles… Si eres una persona cerrada y tímida esto te machaca.

– Incluso se llegó a plantear el suicidio…

– Yo creo que todo el mundo con un poco de cabeza ha pensado en el suicidio alguna vez. Yo me he planteado el suicidio muchas veces pero no por la fama, lo que ocurre es que si tú tienes una depresión la fama te la agudiza porque te coloca en una situación que es muy difícil de llevar para cualquiera.

– ¿Qué ocurrió con todo aquello del plagio?

– Al final no pasó nada porque no se demostró absolutamente nada. Si se hubiera demostrado, mi libro se habría retirado y a mí me habría caído un multón. Ninguna de esas cosas ha ocurrido, y los que me acusaron de ello todavía no han rectificado

– ¿Qué es lo último que ha leído que le haya llamado la atención?

– Me ha impresionado mucho un libro titulado Un hombre hecho a sí mismo de Norah Vincent. También me ha gustado muchísimo otro de entrevistas con Truman Capote que he leído hace poco. Y, ya que estoy en Gipuzkoa quiero decir que hay un grupo de música de aquí que me encanta: se llama Delorean.

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