Mataró da de baja del padrón municipal a dos mil inmigrantes

La Vanguardia, , 23-07-2007

ANTONIA DE LA FUENTE – MATARÓ
Mataró sigue ganando población, pero en el último año lo ha hecho de una forma más moderada que la registrada desde finales de los años noventa. El motivo es que durante el 2006 se ha dado de baja del padrón municipal a 2.057 inmigrantes no comunitarios, con dos años o más de permanencia en la ciudad, que no han renovado sus datos de empadronamiento, como es preceptivo desde el 2005 y, por tanto, se entiende que ya no residen en la ciudad. La depuración del padrón, a partir de la aplicación del reglamento de la ley de Extranjería, explica que el crecimiento de población se haya moderado hasta situarse a 1 de enero del 2007 en 19.441 habitantes, 550 más que a comienzos del 2006, una cuarta parte del crecimiento anual de 2.000 que venía constatándose en los últimos ejercicios. Pero esto no significa que la capital del Maresme haya dejado de atraer a nuevos residentes, inmigrantes o procedentes del área metropolitana. En el último año, se han dado de alta en esta ciudad 6.909 vecinos.

Llegan nuevos habitantes, pero también se van. En los últimos cinco años desde el 2002 la ciudad ha registrado 31.413 nuevas incorporaciones – un 46,61% inmigrantes y un 42,92% procedentes de otras poblaciones catalanas-, pero por otro lado han sido dadas de baja del padrón municipal 23.260 personas, más de 7.000 durante el último año. Pese a la baja masiva de inmigrantes del 2006, la ciudad sigue ganando población de origen extranjero. Son 17.821 – 800 más que el año anterior a pesar de las 2.000 bajas por caducidad del padrón-, lo que representa un 14,90% de la población. Los nacidos en otros países superan a los residentes de origen andaluz, cuya presencia tiende a disminuir.

Un 40% de la población extranjera que reside en Mataró es de origen magrebí – 7.132 habitantes-, seguidos de los procedentes de Sudamérica y América Central – 3.837-, África subsahariana – 3.317- y China – 1.737-. La población de origen extranjero se reparte de forma desigual en la ciudad. En el barrio de Palau-Escorxador, el porcentaje supera un 32%, Rocafonda está próximo al 30% y Cerdanyola se acerca al 20%. Por el contrario, el Centre y el Eixample no alcanzan un 11% y Vista Alegre y La Llàntia están por debajo de un 6%. Los dos barrios con mayor tasa de inmigración, Rocafonda y Palau-Escorxador, son dos de los vecindarios catalanes que este año recibirán las ayudas de la ley de barrios de la Generalitat y obtendrán 6,91 millones para su rehabilitación. El proyecto de mejora incluye 22 actuaciones, intervenciones urbanísticas y acciones sociales encaminadas a fomentar la convivencia y la cohesión social, que se llevarán a cabo en cuatro años.

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