Dedica canción a inmigrantes

El Universal, Julio Alejandro Quijano, 22-07-2007

De niño, José Luis Terrazas fue, por mera casualidad, un inmigrante ilegal. Sus padres radicaban en Chicago y un día su madre decidió traerlo a México, con el pequeño detalle de que no tenía papeles. Fue relativamente sencillo salir de los Estados Unidos, pero el regreso tuvo que ser a nado por el río fronterizo.

José Luis era tan pequeño que ni siquiera lo recuerda con claridad. Sin embargo, ahora que muchos mexicanos luchan por una reforma migratoria, fue natural que Terrazas pusiera su fama al servicio de esta lucha. Hoy que es líder de Montéz de Durango, decidió dedicar el nuevo disco en apoyo a la familia latina y el primer sencillo se llama Lágrimas del corazón, en alusión a los mexicanos que cruzan la frontera dejando a su familia.

Más allá de la dedicatoria, Montéz de Durango participó en Chicago en las marcha de inmigrantes que buscaban convencer al Congreso estadounidense de los beneficios de una reforma migratoria: Rentamos hasta cuatro camiones para llevar gente que quisiera participar en la manifestación, y si fuera necesario reunir firmas, lo haríamos, señaló convencido.

A final de cuentas, esa reforma no fue aprobada pero Montéz insiste: El mensaje es no perder la fe. Hay gente muy triste por la situación y hasta un poco decepcionada pero confiamos en que es posible seguir luchando.

El propio José Luis lo sabe porque luego de ser un niño ilegal, ahora tiene todos sus papeles en regla. No obstante, los prejuicios todavía lo persiguen: A veces me ven manejando un buen carro y de inmediato me preguntan ¿a poco es tuyo? No pueden ver tampoco que tienes una casa bonita porque dudan que sea tuya.

El video del sencillo ya fue grabado y obviamente cuenta la anécdota de un mojado, actuado por el propio padre de José Luis Terrazas. Las escenas son tan reales (es decir, tan cotidianas y ciertas) que en una escena, el personaje aparece caminando por el desierto del lado mexicano. Las cámaras estaban muy lejos y entonces una persona se le acercó para decirle: ¿Qué paso paisano? Ya lo retacharon otra vez.

De niño, José Luis Terrazas fue, por mera casualidad, un inmigrante ilegal. Sus padres radicaban en Chicago y un día su madre decidió traerlo a México, con el pequeño detalle de que no tenía papeles. Fue relativamente sencillo salir de los Estados Unidos, pero el regreso tuvo que ser a nado por el río fronterizo.

José Luis era tan pequeño que ni siquiera lo recuerda con claridad. Sin embargo, ahora que muchos mexicanos luchan por una reforma migratoria, fue natural que Terrazas pusiera su fama al servicio de esta lucha. Hoy que es líder de Montéz de Durango, decidió dedicar el nuevo disco en apoyo a la familia latina y el primer sencillo se llama Lágrimas del corazón, en alusión a los mexicanos que cruzan la frontera dejando a su familia.

Más allá de la dedicatoria, Montéz de Durango participó en Chicago en las marcha de inmigrantes que buscaban convencer al Congreso estadounidense de los beneficios de una reforma migratoria: Rentamos hasta cuatro camiones para llevar gente que quisiera participar en la manifestación, y si fuera necesario reunir firmas, lo haríamos, señaló convencido.

A final de cuentas, esa reforma no fue aprobada pero Montéz insiste: El mensaje es no perder la fe. Hay gente muy triste por la situación y hasta un poco decepcionada pero confiamos en que es posible seguir luchando.

El propio José Luis lo sabe porque luego de ser un niño ilegal, ahora tiene todos sus papeles en regla. No obstante, los prejuicios todavía lo persiguen: A veces me ven manejando un buen carro y de inmediato me preguntan ¿a poco es tuyo? No pueden ver tampoco que tienes una casa bonita porque dudan que sea tuya.

El video del sencillo ya fue grabado y obviamente cuenta la anécdota de un mojado, actuado por el propio padre de José Luis Terrazas. Las escenas son tan reales (es decir, tan cotidianas y ciertas) que en una escena, el personaje aparece caminando por el desierto del lado mexicano. Las cámaras estaban muy lejos y entonces una persona se le acercó para decirle: ¿Qué paso paisano? Ya lo retacharon otra vez.

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