GÜLSAN ATALAY Economista laica, 25 años

«Me da vergüenza que exista el velo»

El Mundo, I. G., 21-07-2007

«¿Roberto Carlos jugaba en el Real Madrid, no?», pregunta Gülsan Atalay, economista turca de 25 años, mientras apura una jarra de cerveza en una terraza del centro de Estambul. Es medianoche y acaba de terminar de trabajar. Ahora está ayudando a los asistentes del futbolista brasileño, que acaba de fichar por el Fenerbahçe, a amueblar la casa que se acaba de comprar a las afueras de Estambul. Gülsan no luce el hiyab o pañuelo islámico ni se declara creyente, sino que lleva suelta su melena azabache y asegura sin pudor que ella tiene su «propia religión».


Pregunta. – Millones de turcos salieron a las calles en abril y mayo para rechazar la candidatura del ministro Abdulá Gül a presidente, entre otras cosas porque su esposa Hayrünnisa se pone el hiyab.


Respuesta. – Me alegré mucho de que hubiera estas manifestaciones. La gente tenía miedo a protestar y se había quedado callada desde el golpe militar de 1980. Sin embargo, veo las protestas como algo inútil, no van a arreglar nada. Por una parte, no me parece bien que Hayrünnisa sea la primera dama pero, por otro lado, me da vergüenza pensar así, porque llevar el hiyab es un derecho de la señora Gül. Forzando a la gente a quitarse el velo no se llega a ninguna parte. No hay que pelearse, sino conversar y tratar de entender al otro.


P. – Pero usted misma reconoce que no quiere que Hayrünnisa se convierta en primera dama.


R. – Me da vergüenza que exista el velo. Preferiría que Turquía fuera como un país europeo, que cada uno se ponga lo que le venga en gana. Yo sólo quiero libertad y si alguien quiere llevar un burqa, pues que se lo ponga, y si quiere ir así a la universidad, pues que vaya.


P. – ¿Cree que entrar en la Unión Europea sería positivo para que hubiera más libertad en Turquía?R. – Los turcos no somos europeos, tenemos una cultura y una religión distintas, opiniones y enfoques diferentes. Que Turquía entre o no en la UE no es importante. Yo sólo quiero más democracia y más libertades. Lo que pasa es que a los europeos no les interesa que Turquía entre en la Unión. He trabajado con españoles y me llamaban mora. Siempre me ofendían, quizás porque me tenían miedo.


P. – ¿A qué partido votará en las elecciones de mañana?R. – No voy a votar al AKP. Le daré mi voto al CHP [Partido Republicano del Pueblo, nacionalista y laico], pero tampoco me convence. De hecho, los dos hablan de democracia y no tienen ni idea de lo que hablan. Lo que quiero es que haya un contrapeso en el Parlamento, que el AKP [Partido de la Justicia y el Desarrollo, islamista moderado] no gobierne solo y haga lo que le dé la gana. Sin embargo, debo reconocer que este partido ha hecho cosas buenas en el plano económico y en cuanto a las relaciones con Europa.


P. – ¿Puede Turquía llegar a convertirse en un Estado islámico?R. – Es imposible que pase eso. Y la razón es por los militares, que están en contra del islam y del Gobierno. Si no hubiera Ejército, sí que existiría un riesgo, porque la gente no lee y no le gusta preguntarse ciertas cosas.


P. – ¿Qué opina de que haya tan pocas mujeres en el Parlamento turco o en los puestos de poder?R. – Me parece mal, porque las mujeres tienen más capacidad para la dirección. Está en su naturaleza. Las mujeres son distintas a los hombres en todo, tienen otro pensamiento, otro punto de vista. Ahora bien, me parecería miserable establecer una cuota para que haya más diputadas. Además, no hay tantas candidatas interesadas en entrar en el Parlamento. De todas formas, las cosas van a cambiar, pero necesitan su tiempo.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)