Un respiro hasta la próxima avalancha. La Junta ha logrado reagrupar con sus familiares a 50 de los 62 menores marroquíes que llegaron en patera a la costa almeriense el pasado fin de semana. De este modo, la Consejería de Igualdad y Bienestar Social ha rebajado en parte la tensión creada tras la última llegada masiva de menores que colapsó los centros de acogida almerienses, y que obligó a los técnicos a habilitar la antigua Universidad Laboral e instalaciones del puerto.

La mayoría de los menores se encuentran ya con sus familiares en las provincias de Almería y Murcia, aunque algunos también se han desplazado a Madrid y otras ciudades portuguesas. Los doce menores que permanecen internados están en el centro de acogida de Huércal – Overa (Almería) y en otro de la capital. Los técnicos prosiguen ahora los trámites para encontrar a familiares del resto de niños y proceder a su reagrupamiento. De momento y si no se produce un cambio de rumbo diplomático, las repatriaciones seguirán atascadas.

Ante esta última crisis, el presidente Manuel Chaves declaró ayer desde China que la Junta resolverá “estos problemas como ha ocurrido en otras ocasiones”. Además, Chaves se mostró convencido de que la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, tratará esta situación la próxima semana en la convención bilateral.

El delegado del Gobierno, Juan López Garzón, insistió ayer en el descenso registrado en la llegada de menores durante 2006: un 16%. El problema es que los niños permanecen una media de tres años en estos centros y además su perfil cada vez es más joven. Ya no son adolescentes de 16 años, sino que rondan los 13 años, lo que alarga su estancia. “Ahora se van acumulando a los que ya estaban aquí. La repatriación es complicada al necesitarse una serie de garantías de protección del menor y no se puede hacer mientras no son aceptadas por el país de origen, sobre todo Marruecos”, opinó. López Garzón destacó que la inmigración en general sufre un descenso durante los últimos años, y en 2005 bajó hasta un 27%.

Por su parte, el presidente del Partido Popular andaluz, Javier Arenas, anunció ayer que volverá a presentar en el Parlamento su plan de inmigración, ya que en su día la Junta “no le prestó ninguna atención”. Arenas censuró la propuesta lanzada por la Junta para construir centros de acogida en Marruecos, medida a la que se han opuesto ONG como Andalucía Acoge y el propio PP. Para el líder popular, al Gobierno andaluz “se le ha ido de las manos” el control de la inmigración irregular, que espera sea el centro del debate en la próxima cumbre hispano – marroquí. Arenas defendió su plan de inmigración, que incluye la dotación de fondos especiales para los ayuntamientos, como órganos que “están pagando la inmigración”, así como la creación de oficinas comarcales.