Galicia tiene las dos provincias con más muertes por habitantes y en la que nacen menos niños, lo que le otorga en conjunto el peor saldo vegetativo (nacimientos menos muertes) del Estado. Los datos son oficiales, aunque provisionales, y los dio ayer el Instituto Nacional de Estadística. Según su análisis, frente al repunte del sur del España, en Galicia no hay inmigrantes que aporten niños y juventud a las calles de la comunidad.


Es precisamente la presencia de trabajadores extranjeros lo que destaca el INE en el análisis que hace de los datos estatales. Por primera vez desde 1991, España ha alcanzado los 1,37 hijos por mujer en edad de procrear; y de los nacimientos, el 16% se deben a extranjeras. Aunque la tasa está lejos del 2,1 que garantiza el reemplazo generacional, las cifras gallegas son mucho peores: 1,03 hijos por mujer. La tasa de natalidad (nacimientos por mil habitantes) es mala: Lugo está a la cola con 5, 84 y Ourense tiene 6,13 (es el tercer lugar por abajo, porque en medio está Zamora, con 5,92).


En mortalidad (muertes por cada mil habitantes), el balance es igualmente negativo. En España es de 8,4, pero en Galicia se dispara hasta el 10,8, con las dos provincias con más decesos (Ourense y Lugo superan los 13 puntos).


Esto hace que porcentualmente el saldo vegetativo gallego sea el segundo más malo del Estado. Si la media nacional está en 2,5, Galicia cae hasta el – 2,67, y Lugo y Ourense llegan al – 7,5 y – 7,4, respectivamente. En España la tasa histórica más baja fue de 0,12 en el año 98.