Aumenta el ritmo en la llegada de cayucos a Canarias

ABC, 20-06-2007

ERENA CALVO

LAS PALMAS. Cansados, desorientados, asustados y las más de las veces heridos y deshidratados. Así llegan, cuando lo consiguen, la mayoría de los inmigrantes que se arriesgan a lanzarse en cayucos o pateras desde el otro lado de un Atlántico que separa por sólo unos cientos de kilómetros las costas africanas de Canarias.

La semana pasada eran 400 los africanos que alcanzaban el Archipiélago, más de dos centenares (245) lo han conseguido en los últimos dos días y la pasada madrugada se esperaba la llegada de otra barquilla con un número indeterminado de ocupantes.

Los dos primeros cayucos tocaban tierra ayer en el tinerfeño puerto de Los Cristianos; en ellos viajaban cerca de un centenar de subsaharianos en aparente buen estado de salud. Otros cien desembarcaban por sus propios medios en una zona del sur de Gran Canaria. El cayuco, de grandes dimensiones, había sido avistado por un pescador que dio la voz de alarma. Sin embargo, la precaria embarcación ya estaba muy cerca de la costa, cuentan fuentes del Instituto Armado, y tocaban tierra antes de la llegada a ese punto de los agentes.

Hasta entonces, los inmigrantes fueron atendidos en el Aeroclub Tarajillo, cerca del lugar donde aparecía el cayuco, en una de esas muestras de solidaridad a las que ya está acostumbrada la población canaria, sobre todo desde la avalancha de 2006. Durante ese año fueron más de 30.000 los indocumentados que alcanzaron las costas canarias. De ellos, tan sólo 366 solicitaron asilo, explicó ayer Juan Carlos Lorenzo de Armas, coordinador general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (Cear) en Canarias.

Derechos violados

Esta cifra tan reducida de peticiones, para Lorenzo, podría deberse «a la falta de información, porque muchos sí que provienen de países donde las violaciones de los derechos humanos son la norma cotidiana». En el quinto informe anual de Cear sobre la situación de los refugiados, presentado ayer, destacaron además que de las 3.912 personas que solicitaron el pasado año la condición de refugiado en España, sólo 168 lo consiguieron.

Desde Cear alertaron también del estado de salud de los 23 inmigrantes asiáticos del «Marine I» que permanecen todavía en Nuadibú, donde desembarcaron en febrero tras ser interceptados cuando se dirigían hacia Canarias. Están «al borde del suicidio» y han pedido asilo. Cear demanda a las autoridades españolas que no se desentienda de ellos.

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