El fiscal pide que se impute a los policías por la muerte del nigeriano deportado

ABC, 14-06-2007

D. M.

ALICANTE. El fiscal que se ha hecho cargo de la acusación pública en la investigación a los dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), bajo cuya custodia falleció el pasado sábado un joven nigeriano, ha solicitado a la juez que los cite a declarar como imputados, y no como testigos. La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de la localidad alicantina de Elche abrió diligencias previas el pasado lunes, tras aterrizar en el aeropuerto alicantino de El Altet el avión a bordo del cual falleció el joven, que iba a ser deportado.

Según los resultados de la autopsia practicada al cadáver de la víctima, la causa de la muerte fue una parada cardiorrespiratoria. El análisis de su corazón y los pulmones, que se practica en el Instituto de Toxicología de Barcelona, trata de determinar si el fallecimiento le sobrevino como consecuencia de una asfixia, causada a su vez por la mordaza que le colocaron los dos agentes que le acompañaban en el vuelo.

Osamuya Akpitaye, nigeriano de 23 años de edad, se encontraba en situación irregular en España desde hacía cuatro, según fuentes policiales, por lo que un juzgado de Leganés había dictado una orden de expulsión. El vuelo que el pasado sábado debía llevarlo a Lagos era el tercero que intentaban tomar los agentes, tras negarse a despegar los anteriores por el comportamiento violento de Akpitaye.

Este comportamiento, fruto de su resistencia a ser repatriado – en su país se le buscaba por asesinato, según las mismas fuentes, mientras en España estaba acusado de agresión sexual – , llevó a los agentes a colocarle la mordaza, para evitar que les agrediera o tratase de autolesionarse. Según el atestado, en la boca de la víctima no se introdujo nada, y la mordaza se limitó a una cinta adhesiva.

Declaran dos testigos

Diez minutos después de despegar, la víctima comenzó a sufrir convulsiones, que cesaron a los pocos segundos. Al tomarle el pulso los agentes, descubrieron que había fallecido. Tras fracasar las maniobras de reanimación, el piloto decidió aterrizar en la pista más cercana, la de El Altet.

La juez que se hizo cargo del caso decidió citar como testigos a los dos agentes, así como a otros dos extranjeros que también iban a ser deportados – y que declararon ayer, aunque su versión de los hechos no ha trascendido – . Asimismo, ha unido a las diligencias el atestado redactado por los agentes y el informe forense, y se encuentra a la espera de recibir los resultados de los análisis de los órganos.

Sin embargo, el fiscal ha solicitado que los policías declaren en calidad de imputados por la muerte del joven, para garantizar así «su derecho a estar bien defendidos en el supuesto de que pudieran estar implicados en los hechos», según explicó ayer el fiscal jefe de Alicante, José Antonio Romero.

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