El número de cotizantes crece en la Comunidad Foral un 13,1% en los últimos cuatro años

El crecimiento resulta especialmente llamativo en mujeres, con un 22,6%, e inmigrantes, un 86%

Diario de Noticias, juan ángel monreal, 14-06-2007

pamplona. La afiliación a la Seguridad Social se incrementó en los últimos cuatro años un 13,1%, hasta alcanzar el último mes las 281.745 personas. Esto ha supuesto un crecimiento anual en el número de cotizantes del 3,28%, ritmo que durante los últimos 12 meses se incrementó hasta el 4,05%. En este mismo periodo, el paro registrado por el Instituto Navarro de Empleo descendió en Navarra un 11,8%, por lo que la cifra de desempleados se situó en 18.845 personas.

Los datos fueron recapitulados ayer por director general de Trabajo del Gobierno de Navarra, José María Roig Aldasoro, que destacó asimismo el número de mujeres y de inmigrantes que se han convertido en cotizantes durante el último cuatrienio. Así, los últimos datos de 2007 indican que 114.558 mujeres cotizaban a la Seguridad Social en mayo, 21.109 más que en mayo de 2003, lo que supone un incremento del 22,6%. En total, de los 32.640 nuevos afiliados, 21.109 son mujeres. Más espectacular ha resultado incluso la incorporación de los extranjeros, cuyo número prácticamente se ha duplicado. Así, de 15.664 personas se ha pasado a 29.138, lo que ofrece un aumento del 86%: 13.474 personas más. Los dos últimos años han registrado asimismo un importante descenso en el número de parados extranjeros. La última Encuesta de Población Activa arrojó una tasa del 8,94%, cuando ésta llegó al alcanzar un 15% durante el proceso de regularización de inmigrantes. “Con esto se está evitando el riesgo de exclusión”, sentenció Roig.

El director de Trabajo destacó que tanto la incorporación de la mujer, como el incremento en el número de trabajadores inmigrantes y, en menor medida, de jóvenes "han modificado “la figura tradicional del trabajador”. Asimismo incidió en el hecho de que los jóvenes que se incorporan al mercado de trabajo “se encuentran mejor preparados”, algo que en su opinión contribuirá decisivamente a “incrementar la productividad”.

Roig mostró su satisfacción general por los datos de empleo y afiliación, si bien admitió que la temporalidad y el número de accidentes continúan siendo dos importantes lastres en el mercado de trabajo. Roig apostó por reducir la temporalidad a cifras “más cercanas a las de la Unión Europea”. Respecto a los accidentes, señaló que la reducción es menor de lo deseable.

la ocupabilidad y el paro El informe recogía también el liderazgo de Navarra en el grado de ocupabilidad, un nuevo índice que mide la probabilidad de encontrar un trabajo y que tiene en cuenta variables como la formación, la movilidad y el tiempo de permanencia en el paro. Este índice arroja un grado de ocupabilidad del 32,01%, por delante de Cantabria, Madrid y Comunidad Autónoma Vasca. “Esto quiere decir que unos 6.000 trabajadores tienen una ocupabilidad alta”, dijo Roig,

Con respecto al paro, en el grupo masculino se ha pasado de 7.703 hombres en paro en el año 2003 a los 6.680 del pasado mes de enero. Esto supone un descenso de 1.023 personas (13,2%). El paro femenino también ha descendido, al pasar de 13.667 mujeres desempleadas en 2003 a las 12.165 de mayo de 2007. Esto ha supuesto un descenso de 1.512 personas (11%). Asimismo, el paro en jóvenes ha pasado de 2.825 personas menores de 25 años en paro en 2003 a los 1.953, lo que significa una caída de 872 personas (30,8%).

Por sectores Roig aseguró que en la industria el paro ha bajado durante los últimos cuatro años en 1.074 personas, lo que supone un descenso del 22,4%, pasando de 4.788 personas en 2003 a 3.714 en 2007.

Estos datos contrastan, sin embargo, con los de la Encuesta de Población Activa, que indican que el porcentaje de personas ocupadas en la industria se reduce respecto al total. “Se está produciendo una reorganización en el sector”, explicó Roig, que reconoció que las cifras de afiliación a la Seguridad Social se mantiene estables. “Se está produciendo un adelgazamiento en la industrias principales, que externalizan parte de sus servicios y se quedan con el núcleo duro de su producción”, señaló Roig, quien defendió que se trata de una práctica “legítima y correcta” y que no supone riesgos si se aplica “hasta cierto punto”. Roig puso como ejemplo el caso de las empresas de limpieza, que se encargan ahora de “labores que antes hacían los trabajadores de la propia industria” y que ahora se encuadran en el sector servicios, “como la logística y el empleo que se genera por ETT”.

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