Si eres inmigrante y vives en Madrid es muy probable que seas o bien rumano o ecuatoriano. Uno de cada tres extranjeros residentes en la región es de una de esas nacionalidades, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Como Claudia Petrescu, un ama de casa de aquel país que ahora limpia casas en Aravaca (Madrid). Por horas, y sin contrato, pero ella no se queja. “Por muy mal que estemos aquí, esto no es Rumania”, sentencia. Son 148.330 madrileños de Rumania y 136.598 de Ecuador, del total de 854.232 extranjeros empadronados. Lejos se encuentran Marruecos (67.551 inmigrantes), Colombia (61.390), Bolivia (46.998) y Perú (45.635).

Uno de cada cinco inmigrantes que viven en España lo hacen en la Comunidad de Madrid. Esta región ha visto cómo crecía su población extranjera en más de medio millón de personas desde 2001. Entonces había 305.656 inmigrantes, un 5% de la población madrileña. Hoy esa proporción ha subido hasta el 14,1%. Y sólo Cataluña, que roza el millón de extranjeros, tiene más que Madrid.

Los extranjeros residentes, o sea, los legales, son 628.850. Los sin papeles, según estima CC OO, podrían ser alrededor de 100.000. El cálculo se hace restando el número de empadronados y el de residentes, pero teniendo además en cuenta los menores, ancianos y aquellos que se han marchado a otras regiones o que han vuelto a su país.