pamplona.Vámonos, Bárbara , cinta de 1977 que Cecilia Bartolomé no pudo estrenar hasta 1983 por problemas con la censura, será la encargada de inaugurar este viernes, a las 20.00 horas, la 21ª Muestra de Cine y Mujer de IPES y Golem. En total, el certamen proyectará cinco largometrajes de estreno, además de dos documentales, once cortometrajes y el Vídeo del minuto hasta el próximo 22 de junio.

Golem Baiona y Yamaguchi serán las sedes de esta muestra que reedita su apuesta por mostrar el trabajo de varias mujeres que pugnan por abrirse camino en el difícil mundo del cine. Y es que, según explica María Castejón, colaboradora del departamento de la Mujer de IPES, salvo el boom de directoras que se produjo en los años 90, la realidad es que “existe un gran parón en la nómina de mujeres cineastas, lo que resulta muy preocupante”. No en vano, a pesar de que muchas de las cintas que se van a ver estos días en Pamplona han recorrido festivales de todo el mundo, tal y como explica Josetxo Moreno, de Golem, “luego tienen muy difícil llegar a las salas”. Así, esta muestra brinda una oportunidad única para acercarse a historias que, como en gran parte del cine dirigido por mujeres, abordan cuestiones de hondo calado social. “Las primeras obras suelen estar marcadas por el compromiso, pero luego habría que ver la progresión de las directoras a largo plazo para poder juzgar su trabajo”, claro que, como lamenta Castejón, las dificultades para dirigir les impiden en muchos casos una continuidad en su quehacer cinematográfico. De hecho, de los cinco largometrajes que se proyectarán en Golem Baiona, todos ellos son estrenos, de los que tres son óperas primas. Todos, menos el filme inaugural, Vámonos, Bárbara , de Cecilia Bartolomé, cineasta perteneciente a la generación de directoras de la Transición, como Pilar Miró y Josefina Molina, “un grupo único que trató de reflejar la identidad femenina como no se ha vuelto a hacer nunca en el cine español”, señala María Castejón, que subraya la “mirada única y el compromiso ético” de estas mujeres que, como pasó con Bartolomé, le generaron no pocas dificultades para trabajar. La directora estará presente este viernes a las 20.00 horas en el pase de su película en Golem Baiona.

El resto de la programación discurrirá entre el 18 y el 22 de junio, comenzando el lunes por Trance , de Teresa Villaverde, realizadora portuguesa de extensa trayectoria cuyo trabajo apenas se ha podido ver en el Estado. En este caso, cuenta las vivencias de una joven rusa que sufre la explotación de los inmigrantes en esta Europa aparentemente tan civilizada. El martes, día 19, será el turno de Valerie , película alemana dirigida por Birgit Möller en torno a la corta vida de las modelos, a las que se desecha en cuanto pasan de los 25.

El miércoles, día 20, se proyectará La señorita , primer filme de Andrea Staka, que narra una historia de inmigración de mujeres bosnias a Suiza.

Red Road , de Andrea Arnold, es la apuesta del día 21. La protagonista, Jackie, ve a través de las cámaras de seguridad del Ayuntamiento de Glasgow, donde trabaja, a un hombre al que creía preso y cuya presencia le devuelve a un episodio de su pasado. Por último, el viernes día 22 se exhibirá la única cinta española presente en el certamen de este año. Se trata de Resistencia , documental de Lucinda Torre acerca de las movilizaciones del sector metalúrgico asturiano en los años 90.

Por otro lado, en Golem Yamaguchi se proyectarán dos documentales el 18 y 19 de junio. El primero, Reyita (Oliva Acosta y Elena Ortega), cuenta la historia de una mujer cubana nacida en 1902 que, pese a tener familia numerosa, supo ocuparse de otros temas de la sociedad que le preocupaban. El segundo, Hermanas de ley (Kim Longinotto y Florence Ayisi), se centra en la lucha de dos mujeres por cambiar el sistema patriarcal africano.

Además, el 20 y 21 se proyectarán once cortos y el Vídeo del minuto , que, bajo el lema de Insubordinadas , este año ha contado con treinta trabajos de otras tantas mujeres.