VITORIA. DV. Lograr la integración en la sociedad vasca de los 98.000 inmigrantes empadronados en Euskadi mediante la incorporación al mercado laboral es uno de los objetivos del II Plan de Inmigración que, a diferencia del primer plan, tiene un carácter interinstitucional que involucra al Gobierno Vasco, a las diputaciones y a los ayuntamientos.

A tal efecto, el plan tiene previsto ampliar la red pública de acogida a personas inmigrantes de base municipal y reforzar la formación de los técnicos que serán financiados por la Dirección de Inmigración. En la actualidad, las tres capitales vascas y los principales municipios de Euskadi como, por ejemplo, Pasaia, Irún, Eibar, Hernani, Tolosa, Comarca del Goierri, Barakaldo, Getxo, Ermua, Mancomunidades de Busturialdea y Lea – Artibai forman parte de la red de acogida.

El nuevo plan, aprobado ayer por el Consejo de Gobierno y presentado por el consejero de Asuntos Sociales, Javier Madrazo, hace una «apuesta nítida» por la inserción socio – laboral como herramienta fundamental para alcanzar su plena integración. Para ello, las instituciones trabajarán para erradicar la «falsa idea» de que sobreviven en Euskadi gracias a las ayudas sociales. En ese contexto, recordó que el 75% de la población inmigrante está ocupada, sobre todo, en el sector primario, la construcción, la industria y los servicios y que el 50% de las personas inmigrantes empadronada en Euskadi están afiliadas a la Seguridad Social. «La mayoría de los inmigrantes viene a vivir de manera honrada de su trabajo», indicó Madrazo que, además, hizo hincapié en el hecho de que muchos extranjeros acceden a empleos que no se cubren con población autóctona.

Además, el plan pretende que la incorporación al mercado de trabajo sea en condiciones de igualdad sin que se produzca una explotación laboral o trabajo sumergido. Precisamente, una de las acciones para evitar discriminación por razón de raza es reformar el actual servicio de integración intercultural Biltzen para que, según indicó el director de Inmigración, Roberto Marro, se convierta en un servicio de intermediación laboral en colaboración con Lanbide.

Otra de las líneas de trabajo que recoge el documento es la necesidad de reforzar el trabajo del codesarrollo potenciando, por ejemplo, las relaciones entre las zonas de origen de las personas inmigrantes y Euskadi o promoviendo la participación directa de los extranjeros en proyectos de desarrollo de sus paises de origen. Una de las iniciativas que propone el plan es que los inmigrantes puedan destinar, de forma voluntaria, parte de sus ingresos a generar tejido productivo en sus paises mediante la ayuda y gestión de las ONGs. «En México por cada dolar que los inmigrantes aportan a proyectos de desarrollo, el Gobierno aporta otro más, pero nosotros no tenemos la capacidad de un Estado», indicó Marro que, no obstante, defendió el aprovechamiento de las remesas de los inmigrantes para fomentar el desarrollo.

El Plan de Inmigración 2007 – 2009 contará con un presupuesto de 96 millones, de los que el Gobierno Vasco aporta 30 y el resto las demás instituciones.