España supera los 45 millones de habitantes de los cuales 4,48 son inmigrantes

Los últimos datos del padrón indican que en el 2006 el número de españoles creció en 70.000 y el de los extranjeros, en 338.000

La Vanguardia, , 12-06-2007

JOSEP PLAYÀ MASETBARCELONA

El número de rumanos en España ha pasado de los 31.641 del 2001 a los 524.995 inscritos el 1 de enero del 2007
La población empadronada en España ha superado ya la cifra de 45 millones, con un aumento en el último año de 408.000 personas. Este crecimiento se debe en un 80% a la llegada de inmigrantes. El número de inmigrantes volvió a registrar en el año 2006 un importante aumento (338.000), con lo que son un total de 4,48 millones, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Por tercer año consecutivo el colectivo que experimenta mayor crecimiento es el de los rumanos, que crece en 117.000. La entrada de Rumanía en la UE de los 27, que exime a los ciudadanos de este país de solicitar un permiso de residencia, explica ese crecimiento, que los coloca como la segunda nacionalidad con más peso en España, cerca de la marroquí, que sigue ocupando el primer lugar. Hace sólo siete años había en España 31.641 rumanos y delante tenían hasta diez nacionalidades con más empadronados.

El segundo colectivo que ha experimentado un mayor crecimiento en España durante el año pasado ha sido el boliviano, con un crecimiento de 58.968 personas. En este caso se explica por la decisión de España de exigir a partir del 1 de abril el visado para estos ciudadanos, lo que provocó una avalancha de última hora. Bolivia pasa a ser el sexto país con más ciudadanos en España. cuando seis años antes no estaba ni entre los veinte primeros.

Del resto de colectivos, destaca el crecimiento constante de los británicos,

39.376 más en el 2006, y a continuación el de los búlgaros, con 19.994 más, también como consecuencia de su entrada en la UE. La ampliación de la UE modifica el mapa de la población extranjera en España, de tal modo que un 38% procede de estos países, mientras que un 31% procede de Sudamérica, un 18,5% de África y un 4,8% de Asia.

El mayor incremento relativo por nacionalidades corresponde a los paraguayos, aunque en números absolutos signifique tan sólo 17.000 ciudadanos más, cifra similar al crecimiento de los brasileños.

Los marroquíes, que continúan siendo el colectivo con más peso en España (576.344), mantienen su lenta progresión, con 13.000 más.

Este último dato confirma que los inmigrantes que llegan por la frontera marítima del sur son sólo una pequeña parte del fenómeno migratorio. Al margen de Marruecos, los países africanos con más ciudadanos en España son: Argelia, con 49.908 ciudadanos; Senegal, 35.572; Nigeria, 29.499; Guinea Ecuatorial, 19.615, Mali, 16.448, y Ghana, 12.376.

Las correcciones del padrón que se empezaron el año pasado al eliminar a los inmigrantes que tras dos años de permanencia no renovaban su inscripción explican el descenso de 39.926 ciudadanos ecuatorianos, 10.541 argentinos y 6.415 colombianos.

La distribución de la población extranjera en España es totalmente irregular, con dos polos opuestos: islas Baleares, donde los extranjeros representan ya un 18,4% del total, y Extremadura, donde se quedan en un 2,7%. La franja mediterránea, junto con Madrid, La Rioja y Canarias, se sitúa claramente por encima de la media estatal (9,9%), mientras que comunidades como Andalucía (6,6%) y País Vasco (4,6%) están netamente por debajo.

Durante el 2006 las comunidades donde se han empadronado más extranjeros son la valenciana (59.000 más), Madrid (cerca de 54.000) y Catalunya (más de 52.000).

Catalunya sigue siendo la comunidad autónoma en la que reside un mayor número de extranjeros (966.004), seguida de Madrid (854.232) y la Comunidad Valenciana (727.080). Aun así, el crecimiento en el 2006 en Catalunya (62.477 personas más) ha sido notablemente menor que en los últimos años, lo que confirma cierta desaceleración.

Otro detalle significativo que aporta el padrón es la población por franjas de edad. Un 18% de los españoles tiene más de 65 años, mientras que entre los extranjeros esta franja de edad sólo representa un 5% del total.

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