Investigan la muerte de un rumano que estaba en un contenedor de papel en Bilbao

El Servicio de Patología le practicará la autopsia, mientras la Ertzaintza recaba pruebas

Deia, GESSAMÍ FORNER, 12-06-2007

BILBAO. La Ertzaintza investiga la muerte de un hombre de unos 50 años de origen rumano que fue hallado a primera hora de ayer en la empresa Papeles Nervión, encargada del reciclaje de los contenedores de papel y cartón de Bilbao. Agentes de la Policía Científica vasca no descartan ninguna hipótesis para explicar el fallecimiento de este varón, que fue encontrado con una herida en la cabeza.

Si bien la noche del sábado fue cálida, múltiples tormentas bañaron la capital vizcaina. Motivo suficiente para que los indigentes busquen refugio en los contenedores de reciclaje de la ciudad. Hace más de un año, el 18 de febrero de 2006, un joven de 27 años de origen magrebí murió por aplastamiento y asfixia dentro de un camión de reciclaje cuando se refugió de una fría noche invernal. Pero según explicaron ayer fuentes de la Ertzaintza, el cuerpo hallado ayer no apareció aplastado. Y según explicaron fuentes de Papeles Nervión, todos los camiones llevan dos prensas: la primera aplasta el papel, y la segunda lo empuja hacia el interior. Los vehículos son de carga lateral.

Al parecer, la víctima podría haber llegado a la fábrica en la noche del sábado, pero el cuerpo no fue encontrado hasta las 7.25 horas de ayer.

Mientras la Policía Científica peinaba la zona buscando pruebas, el cuerpo fue trasladado al Servicio de Patología de Bilbao, donde los forenses le practicarán la autopsia para averiguar las causas del fallecimiento, si fue intencionado o accidental. En este último caso, la analítica de toxicología podría indicar si hubo consumo de alcohol o estupefacientes, que le habrían inhabilitado para despertar a tiempo.

Sólo una persona viaja en los camiones de reciclaje de papel mientras controla la operación con la ayuda de las cámaras de vídeo instaladas en el exterior. Si las imágenes captan vaivenes inusuales del contenedor, o asoman las extremidades de una persona, el conductor detiene inmediatamente el vaciado.

En ciertas zonas, como en el área de San Francisco, es habitual que los indigentes duerman en los contenedores, sobre todo en invierno, para refugiarse del frío y también de los peligros del exterior, como los asaltos, las agresiones, etc.

En la misma noche de febrero de 2006 que A.B.E., de 27 años, moría asfixiado, otro indigente corrió mejor suerte y se despertó antes de que las prensas le mataran. En el año anterior, otras tres personas escaparon a tiempo de la máquina compresora, informó entonces la Policía Municipal de Bilbao.

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