Cuatro bebés de entre seis meses y dos años llegaron ayer en patera a Lanzarote

ABC, 12-06-2007

ERENA CALVO

LAS PALMAS. Este sábado llegaba a Canarias una mujer que se había visto obligada a abortar en la patera que le llevó hasta Fuerteventura. Sus compañeros tuvieron que lanzar el feto por la borda y la mujer alcanzaba la isla con una hemorragia de la que se recupera en el Hospital General de Fuerteventura. Ayer alcanzaban Lanzarote, de madrugada, 26 indocumentados de origen magrebí entre los que viajaban cuatro madres con sus cuatro bebés, todos en buen estado de salud. Son los contrastes de la inmigración irregular que deja en las Islas cientos de «sin papeles» después de un largo y duro viaje.

Los bebés de ayer, de entre seis meses y dos años, llegaban sanos y salvos. «Cuando los llevamos a tierra firme fueron derivados a un centro de salud», explican a este periódico agentes de la Guardia Civil que participaron en el rescate, «y allí les examinaron bien y les pusieron ropas secas y limpias».

Tras el paso por el médico, los pequeños, con sus madres y otras dos mujeres que les acompañaban en la embarcación, estuvieron unas horas en el Cuartel de la Guardia Civil, «donde no paraban de jugar», hasta que fueron derivados a un centro de acogida, desde donde posiblemente.

Además de la patera de Lanzarote, otra barquilla tocaba tierra ayer en Gran Canaria con catorce indocumentados, de origen magrebí, entre los que viajaban varios menores de edad. En las últimas semanas está aumentando la llegada al Archipiélago de este tipo de embarcaciones. Más pequeñas que los cayucos, parten de las costas del Sáhara – realizando un trayecto más corto – y se dirigen a las islas de la provincia oriental. Aun así, continúa la llegada de cayucos a Canarias. Ayer alcanzaba uno Tenerife con 52 subsaharianos.

Frontex no será permanente

A pesar de que uno de los factores que se atribuyen al descenso experimentado este año en la llegada de inmigrantes a nuestras costas es la misión europea de Frontex en Canarias y África, el director adjunto de la agencia, Gil Arias, advirtió ayer que no es factible mantener la operación de forma permanente, tal y como se planteó en un principio. Arias explicó que el coste de una «pareja» de barco y avión asciende a 3.700 euros la hora. «Sólo el mantener un avión y un barco durante cuatro meses fundiría nuestro presupuesto», añadió el alto funcionario comunitario.

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