SAN SEBASTIÁN. DV. ¿Cómo estimular a las personas sin empleo para que monten su propio negocio y para que se unan entre ellas creando cooperativas? En Saiolan, el Centro de Empresas e Innovación de Mondragón, creen haber dado con una iniciativa novedosa: un campo de trabajo en el que los futuros emprendedores convivirán durante 14 días con sus noches, trabajarán juntos en un proyecto común y recibirán formación sobre cooperativismo y creación de empresas. La iniciativa se desarrollará durante la segunda quincena de julio en Elosu, un enclave rural de Bergara.

Vacaciones alternativas

Los campos de trabajo están ampliamente extendidos en el ámbito del voluntariado social. Son, para muchos jóvenes, una forma alternativa de pasar las vacaciones que permiten conocer a gente de procedencias diversas y, simultáneamente, colaborar con causas de interés social. Los participantes, que siempre trabajan de forma voluntaria y sin recibir remuneración, colaboran en proyectos de reconstrucción, excavación de yacimientos arqueológicos, descontaminación, arte o ayuda a comunidades desfavorecidas.

Al mismo tiempo, se establecen relaciones personales con los demás voluntarios y con las personas que viven en el entorno, y se aprende a trabajar en un proyecto común bajo principios de respeto mutuo y solidaridad.

Esta filosofía de trabajo en colaboración y de reconocimiento entre personas de distinto origen es la que ha adoptado Saiolan para aplicarla al fomento de la iniciativa empresarial.

Argiñe Larrea, una de las promotoras de este proyecto, explica que en el Centro de Empresas e Innovación de Mondragón «trabajamos desde el momento en que se presenta una persona o un equipo emprendedor con una idea hasta que se constituye la empresa. Pero entre los objetivos de esta iniciativa no está sólo crear empresas, sino que también queremos fomentar el cooperativismo como forma idónea de poner en marcha proyectos empresariales».

Y ahí es donde surgen las dificultades. Para crear una empresa sólo se precisa una persona emprendedora y una idea, pero «para poder crear una cooperativa se necesita un mínimo de tres personas. Tenemos la dificultad de encontrar un grupo de personas que compartan una idea en común y que quieran desarrollarla juntos de forma empresarial», explica Larrea.

Fortalecer vínculos

Formar grupos es uno de los objetivos de este campo de trabajo y con este fin los futuros emprendedores pasarán catorce días con sus noches en Elosu, un barrio de Bergara con un «entorno natural privilegiado».

Por las mañanas, el trabajo físico tendrá por objetivo restaurar la fachada principal de la casa en la que estarán alojados y realizar diversos trabajos de mantenimiento y organización de la vida común. Se trata, en palabras de Iratxe Acha, técnica de Saiolan, de que «perciban la importancia del trabajo en grupo, de que suden y de que vean el resultado final de lo que puede hacer un equipo de trabajo al cabo del tiempo».

«Este tipo de actividad, que fortalece las relaciones entre las personas y el sentimiento grupal, suele ser algo especial. Pero el trabajo físico se combinará con aspectos más teóricos que se realizarán por la tarde. Los participantes aprenderán a realizar planes de viabilidad de las empresas y recibirán formación sobre espíritu cooperativo y emprendizaje», explica Argiñe Larrea.

Por las noches, siguiendo la mezcla de ocio y formación, se trabajarán diversas dinámicas de grupo, siempre con el objetivo de cohesionar a sus integrantes y de crear vínculos personales y de colaboración entre ellos que puedan dar como resultado empresas cooperativas o individuales.

Iratxe Acha cree que «la combinación de ocio, formación y trabajo puede ser interesante porque permite sacar de las aulas la formación al uso y llevarla al terreno de la vida real». Para ello recurrirán a los juegos, a las dinámicas de grupo y a los casos prácticos. Habrá gente que dará charlas sobre su experiencia como emprendedores y pioneros en la empresa cooperativa de Mondragón.

El campo de trabajo, que se desarrollará entre los días 16 y 29 de Julio, está concebido para un grupo de 15 personas dirigidas por cuatro monitores.

Aunque el objetivo último es la creación de empresas cooperativas, Iratxe Acha es consciente de la dificultad que del encuentro salgan grupos consolidados. «No habría que considerarlo como un fracaso si alguien no encuentra socios inmediatamente, porque también hay un trabajo de crecimiento personal que posiblemente acabará dando frutos», explica.

La iniciativa forma parte del proyecto europeo Equal – Ariadna, que busca fomentar el cooperativismo en aquellas actividades de difícil deslocalización. Saiolan ya tiene dos proyectos en marcha dentro de Equal – Ariadna: un restaurante latino que un grupo de inmigrantes quiere poner en marcha en Bilbao y una cooperativa de gestión turística dirigida a los visitantes y clientes que reciben las empresas del grupo Mondragón.