Huyen cuarenta inmigrantes tras desembarcar en una playa de Tarifa

ABC, 10-06-2007

ABC/ E. CALVO

CÁDIZ/LAS PALMAS. La Guardia Civil activó ayer un dispositivo de búsqueda para localizar a unos cuarenta inmigrantes que huyeron tras encallar la embarcación en la que viajaban en la playa de Bolonia, en la zona de La Jabonera de Tarifa (Cádiz). Un grupo de bañistas alertó al servicio de emergencias 112 y explicaron que los indocumentados intentaron devolver al mar una barca de madera con motor y de color azul, pero al serles imposible decidieron huir a pie por la dunas de la playa. La Cruz Roja también ha activado un dispositivo especial por si fuera necesario prestarles asistencia sanitaria, una vez detenidos.

No es la primera vez que en una zona tan amplia llegan pateras, sin ser descubiertas, cuyos ocupantes logran huir, a pie a pesar de que más de 180 kilómetros de costa están cubiertos por el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), que permite detectar embarcaciones a una distancia de más de 25 millas de la costa.

Calma en Canarias

La situación en las Islas ha sido estos últimos días de relativa calma, después de que entre el miércoles y el jueves dos cayucos y dos pateras dejaran en Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura 154 inmigrantes de origen magrebí y subsahariano, que tocaban tierra en perfecto estado de salud.

No tuvieron tanta suerte los dos «sin papeles» que alcanzaban ya sin vida el puerto grancanario de Mogán el martes. En la embarcación viajaban otros 44 subsaharianos de Gambia, según declararon tras desembarcar, entre los que se encontraba un menor.

Con estas muertes, ya son 17 los cadáveres de inmigrantes recuperados en los primeros siete meses de este año, aunque se estima que la cifra real podría ser mucho mayor. En muchas ocasiones, son los propios indocumentados los que al tocar tierra dan cuenta de compañeros que han tenido que lanzar por la borda durante la travesía que separa África del archipiélago.

Una travesía que este año han realizado algo más de 4.000 indocumentados, un 60 por ciento menos que en el mismo período de 2006. Aun así, expertos en la materia aseguran que no se puede bajar la guardia y auguran un verano duro en la llegada de cayucos a las costas españolas.

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