EEUU deberá dar asilo a las obligadas a abortar en su país de origen

El Periodico, J. C. B., 08-06-2007

Estados Unidos dará asilo a las mujeres que hayan sido obligadas a abortar en países como China, según sentenció el miércoles un tribunal de San Francisco (California). Hasta el momento, otros fallos judiciales habían dado amparo a las víctimas de esterilización forzosa, así que los jueces fallaron que una esterilización y un aborto tienen los mismos efectos psicológicos sobre quien lo sufre.
La sentencia establece: “Ambas formas de persecución tienen graves y permanentes efectos. No vemos forma de diferenciar entre víctimas que han sufrido una esterilización forzosa y las que han padecido un aborto forzoso”.
Los jueces tomaron esta decisión en el caso de la bibliotecaria Li Zhen y su marido, el carpintero Zi Zhi Tang. En 1980, las autoridades chinas obligaron a Li Zhen a abortar porque no estaba aún casada con Zi Zhi Tang. Poco después, la empresa del hombre lo envió a trabajar a Guam, territorio estadounidense, y en el 2002 las autoridades de EEUU le notificaron que debía abandonar el país porque su visado de trabajo había expirado.
En lugar de acatar la orden, lo que hizo Zi fue apelar el fallo con el argumento de que Li había sido obligada a abortar – – China tiene unas estrictas reglas de planificación familiar, criticadas por las organizaciones humanitarias, para evitar un exceso de población – – y que por ese motivo no podían regresar a China.

RECURSO ATENDIDO
En primera instancia, un tribunal de inmigración rechazó la petición de la pareja y ordenó su deportación, con el argumento de que en realidad el aborto no fue forzado porque Li no huyó ni se escondió para evitarlos. Ambos declararon que Li “lloró y gritó”, pero finalmente el aborto se llevó a cabo.
Los dos ciudadanos chinos apelaron ante los tribunales contra la orden de deportación de EEUU, y finalmente ha sido el tribunal de apelaciones de San Francisco el que les ha dado la razón, con el argumento de que recibir una orden oficial de abortar constituye un aborto forzado, lo cual, al igual que la esterilización, inflige dolor, trauma psicológico y vergüenza.
Con esta sentencia, el tribunal californiano abre la puerta a la posibilidad de que las víctimas de abortos forzados busquen asilo en Estados Unidos.

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