Ocho de cada 10 pobres atendidos por Cáritas en BCN son inmigrantes

El Periodico, ROSA MARI SANZ, 08-06-2007

Inmigrante, sin papeles, sin ingresos, viviendo en realquiler, joven y mujer. Es la fotografía de la mayoría de los 25.300 pobres atendidos por Cáritas en el 2006, cuando la oenegé recibió a un 12% más de personas en extrema precariedad que en el 2005 y a un 20% más que en el 2004. La entidad, en el balance de su labor durante el pasado año, denunció ayer la falta de ayuda a las familias y exigió un pacto de Estado y de Gobierno para consensuar el tema de la inmigración, ya que la marginalidad se ceba en este colectivo: un 78% de atendidos era foráneo, y de estos, más del 65% carecía de ingresos y la mayoría estaba en situación irregular.
La coordinadora de la memoria, Anna Jolonch, destacó que la mayoría de las personas que llegan a Cáritas tienen una petición común: encontrar un trabajo. Sin embargo, dijo, en el caso de los foráneos no es por falta de formación que no lo encuentran, sino porque la mayoría está fuera del sistema de protección oficial, ya que no tienen papeles, y sus salidas laborales se limitan a la economía sumergida.
Y, tras recordar que el 17% de la población catalana vive por debajo del umbral de la pobreza, según el Institut Català d’Estadística, añadió: “No estamos hablando de situaciones individuales. Estamos ante un problema de orden social que contrasta con los buenos indicadores económicos españoles”.
La radiografía de las personas que acudieron directamente a las oficinas de la entidad, o fueron derivadas por los servicios sociales, también refleja la precariedad a la que aboca el problema de la vivienda. Más de la mitad vive de realquiler en un piso compartido y solo el 11% tiene un piso propio. Sin embargo, la oenegé recuerda que empiezan a recibir peticiones de ayuda económica para poder pagar las hipotecas, una deuda que está empujando a muchas familias a la exclusión social.

MADRES SOLAS
Ante este panorama, el director de Cáritas en Barcelona, Jordi Roglà, reclamó a partidos y gobiernos “una apuesta decidida y firme por las políticas familiares, pensiones dignas, el compromiso de erradicar la pobreza extrema y un pacto de Estado que consensúe el tema de la inmigración”. Y con mayor urgencia, insistió, en lo que se refiere a las ayudas familiares, ya que la organización continúa detectando un aumento de la marginación entre las madres solas con muchas dificultades de acceder al mundo laboral, que representan el 20% de las personas que en el 2006 recibieron de Cáritas ayuda económica directa para cubrir las necesidades básicas.
Lo que también llama dramáticamente la atención de la memoria es que el 26% de la población atendida fue menor de edad. Principalmente, de 0 a 3 años. “Se están dado graves situaciones de privación social para los menores, que sufren el hacinamiento en habitaciones y pisos realquilados, con lo que les supone de falta de oportunidades para adquirir hábitos saludables”, denunció Inés Escrich, responsable de las ayudas económicas de la oenegé.
Y aunque solo representen el 5% de la población atendida, la entidad recordó ayer la precariedad de las personas mayores que no han cotizado y que actualmente se encuentran con pensiones insuficientes para vivir. Roglà recordó que hasta “un 65% de los ancianos viven por debajo del umbral de la pobreza”, estipulado en 556 euros mensuales por la Unión Europea, y aunque aplaudió el aumento de las pensiones no contributivas por parte de la Administración, recordó que este no tendrá su plenitud hasta el 2010.

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