ROBERTO PÉREZ

HUESCA. La policía vigila de forma especial, desde el pasado sábado, el barrio del Perpetuo Socorro de Huesca. Hay tensión desde que, ese día, se produjera una pelea entre jóvenes inmigrantes y otros de etnia gitana. Los incidentes se registraron el sábado en una zona de bares de la capital altoaragonesa. Como consecuencia de la pelea resultaron heridos de carácter leve dos jóvenes gitanos.

Tras producirse la pelea se desplegó un amplio dispositivo policial en esa zona de bares, a fin de evitar que la tensión fuera en aumento y que pudiera desencadenar una reyerta más amplia y de peores consecuencias entre miembros de ambos colectivos.

Traslado fuera de la zona

En aquel momento, según informaron fuentes policiales, las propias fuerzas de seguridad se encargaron de trasladar a los jóvenes inmigrantes, de origen dominicano, fuera de esa zona de bares. Les prestó protección para impedir que su presencia en el lugar pudiera provocar nuevos brotes de violencia.

Las mismas fuentes indicaron que la policía aconsejó a estos jóvenes dominicanos y a sus familiares que se alojaran provisionalmente en otros domicilios de amigos o parientes, con el mismo objetivo de evitar que se produjeran nuevos incidentes, informó Efe. Pero la tensión no ha desaparecido y ha hecho reforzar la vigilancia policial en el barrio del Perpetuo Socorro, en especial en la zona de la calle San Vicente de Paúl, que es en la que viven las familias de los jóvenes inmigrantes que se vieron implicados en la pelea del sábado.

Fuentes policiales informaron que el dispositivo de vigilancia es discreto, pero se mantiene hasta comprobar que la tensión haya desaparecido, ya que persiste el temor de que puedan producirse nuevos altercados.

Y no parece que esa inquietud sea infundada, porque sólo un día después de que ocurriera la pelea, agentes policiales tuvieron que acudir en varias ocasiones al edificio en el que viven estas familias dominicanas para tranquilizarles. Estaban temerosos al comprobar que persistía la presencia de grupos de personas frente a este edificio.

Esta tensión que ha surgido en el barrio del Perpetuo Socorro parece que es fruto de un incidente concreto. Y es que los vecinos parecen coincidir en que, por lo general, no han ocurrido altercados y que ha existido tradicionalmente una buena convivencia entre las familias gitanas y las inmigrantes que residen en esa zona de la capital altoaragonesa.