Barcelona permite empadronar a 11.000 inmigrantes que dicen no tener domicilio fijo

La Vanguardia, Josep Playà Maset, 05-06-2007

Los datos del último padrón municipal indican que a fecha 1 de enero del 2007 había en la ciudad de Barcelona 11.242 ciudadanos con nacionalidad extranjera sin domicilio fijo, lo que equivale al 4,5% de los inmigrantes que viven en esta ciudad. Para el departamento de estadística del Ayuntamiento de Barcelona se trata de personas que al ir a empadronarse no tenían un domicilio fijo o simplemente no tenían ninguno y se acordó encasillarlos en un distrito fantasma denominado “no consta”.

Esta especificidad, no compartida por otros ayuntamientos que exigen un domicilio, ha provocado malestar en los cuerpos policiales cada vez que se requiere la identificación a un inmigrante y éste esgrime el documento del padrón donde consta su nombre, nacionalidad, fecha de nacimiento y sexo, pero no se indica dónde vive. Sin embargo, de acuerdo con el real decreto 2612/ 1996 de 20 de diciembre, que modificó el reglamento de población de 1986, es posible inscribirse en el padrón sin tener un domicilio concreto. El artículo 54.3 establece de forma muy genérica que “la inscripción en el padrón municipal de personas que residiendo en el municipio carezcan de domicilio en el mismo sólo se podrá llevar a cabo después de haber puesto el hecho en conocimiento de los servicios sociales competentes en el ámbito geográfico donde esa persona resida”. Fuentes municipales de Barcelona han señalado la falta de concreción de la normativa por lo que en la práctica pueden servir de manera indistinta un documento de los servicios sociales del ayuntamiento o del Departament d´Acció Social de la Generalitat. Los más de 11.000 extranjeros sin domicilio fijo – una cantidad más alta que la de los inmigrantes que hay en Les Corts – representan la cifra más alta alcanzada en Barcelona en los últimos años. En el 2001 eran sólo 1.584. Y oficialmente se trata de personas recién llegadas que viven en pensiones, están alojadas provisionalmente en otras casas o incluso en centros de acogida y han presentado un documento de “los servicios sociales” que acredita esa situación.

Esas mismas fuentes reconocen que otros ayuntamientos han realizado una interpretación más estricta del reglamento y se niegan a empadronar sin un domicilio fijo. Nosotros estimamos – dicen fuentes municipales – que en otros lugares lo que se facilita es la actuación de las mafias que para permitir la inscripción dan documentos de alquiler de piso a cambio de dinero". El alcalde de un importante ayuntamiento del Vallès Occidental ordenó un operación de control ante el gran número de pisos – patera que aparecían y se comprobó la falsedad. El piso – patera sólo había existido en un primer momento para darse de alta. “El padrón no es más que una foto fija – dice un responsable de estadística de Barcelona – y para eso sirve, pero los ayuntamientos no tienen capacidad inspectora para comprobar la veracidad de lo que declara quien se inscribe”.

Las estadísticas de Barcelona del 2007 indican que de los 11.242 inmigrantes sin domicilio fijo, 3.717 eran bolivianos, lo que representa el 33,1%. El predominio de este colectivo se explica porque corresponde a la última gran oleada migratoria, poco antes de que el Gobierno español exigiese el visado para entrar. En el año 2002 sólo había 45 bolivianos sin domicilio fijo en Barcelona. De los otros colectivos destacan los 812 brasileños, los 730 paraguayos, los 519 marroquíes y los 445 pakistaníes. Y poco más se sabe, excepto que un 56,9% son hombres, frente al 43,1% de mujeres.

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