Detienen al marido de una menor y a la madre que la vendió en matrimonio

El Mundo, MANUEL ESTÉVEZ, 05-06-2007

La progenitora amenazaba y agredía a la niña para que mantuviese relaciones con un hombre de 40 años a cambio de dinero La Policía Nacional ha detenido en Puerto Real (Cádiz) a una mujer de origen mauritano por agredir y obligar, supuestamente, a su hija de 14 años a mantener relaciones sexuales con un hombre, también de nacionalidad mauritana, con el que la había casado a cambio de dinero, según informaron desde la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de El Puerto de Santa María – Puerto Real.


Los hechos ocurrieron en la madrugada del domingo en esta localidad gaditana en el domicilio familiar de la menor, cuando su madre la forzó para que mantuviera relaciones sexuales con E.M.O.A., de 40 años, y con el que había contraído matrimonio en Mauritania.


La progenitora, H.M.C.B., había coaccionado a su hija hacía varios días, bajo amenazas de muerte y con agresiones con ese mismo propósito, a lo que la hija se venía negando sistemáticamente. Debido a los ataques, la menor tuvo que recibir atención médica, con lo que la Policía conoció los hechos y procedió a la detención de la madre y del esposo.


Los agentes investigan el caso para determinar una posible responsabilidad del padre de la menor, que también convivía en el domicilio familiar, mientras que ésta ha sido acogida por una familia de Puerto Real.


Fuentes policiales aseguraron a este diario que, aunque se están dando casos de matrimonios forzosos, éstos son muy difíciles de detectar porque normalmente no se denuncian. En Barcelona, sí que se han conocido varios ejemplos de niñas marroquíes y paquistaníes casadas a la fuerza. En Francia, el Alto Consejo para la Integración denunció que 70.000 jóvenes galas, hijas de inmigrantes, son víctimas de estos matrimonios. Algunas de ellas no vuelven a Europa después de pasar sus vacaciones en su país de origen, mientras otras llevan una doble vida para ocultar su situación.


Este tipo de enlaces con menores es una práctica extendida en algunos países islámicos. Habitualmente, el hombre suele ser mucho mayor que la joven y paga una cantidad de dinero o con otro bien material. En realidad, es una compraventa. Un hombre – el futuro marido – recompensa a otro – un varón de la familia de la novia – por apoderarse de la menor como si fuera una mercancía.


El presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía en Cádiz (APDHA), Rafael Lara, calificó este hecho de «insólito» por su gravedad y aseguró no haber conocido ningún caso tan extremo como éste, aunque aclaró que la cultura con respecto a los menores por parte de determinadas nacionalidades de inmigrantes es diferente a la nuestra. «Pese a nuestras recomendaciones y exigencias, ellos no terminan de respetar las leyes y los valores que tienen nuestra sociedad. Desde luego, en ningún caso pueden obligar a casarse a un menor, ni pueden usarlo o dejarlo abandonado en manos de cualquiera, ni mucho menos forzarlo a mantener relaciones sexuales», aseguró Lara.


El presidente de la APDHA tiene claro que el inmigrante, venga de donde venga, debe respetar los valores de la infancia que existen en España.

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