Una patera con 61 inmigrantes subsaharianos a bordo, fue interceptada la pasada madrugada por efectivos de la Guardia Civil. Debido a su débil estado de salud, dos de ellos fueron trasladados en un helicóptero de Salvamento Marítimo al Hospital Doctor Negrín (Las Palmas), según informaron a Europa Press fuentes de Emergencias.

El cayuco había sido interceptado en alta mar al sur de Canarias durante la noche del viernes. Todos los inmigrantes son varones y entre ellos hay cinco menores. Cinco de los subsaharianos fueron trasladados al Centro de Salud de Maspalomas. La embarcación en la que viajaban llegó esta madrugada al puerto de Arguineguín (Mogán). El resto los inmigrantes fueron puestos a disposición de las fuerzas de seguridad del Estado.

Hospitalizaciones

Un 3% de los inmigrantes que llegan a Canarias se queda en las islas porque padece algún tipo de lesión o herida que requiere atención sanitaria. Según Médicos del Mundo, en la mayoría de los casos se trata de la amputación de alguna de las extremidades del cuerpo que se ha gangrenado durante la travesía.

El responsable de Inclusión Social en Tenerife de la ONG, Carlos Arroyo, explicó a Europa Press que estas personas acusan con mucha incidencia el efecto de la deshidratación «que provoca un estado de aletargamiento mental». Durante la travesía en patera, los patrones de los cayucos «atan a la embarcación» a los viajeros en este estado «para que no se tiren al mar, pero las ataduras les provocan gangrenas y necrosis en las extremidades».

«Tenemos muchas personas con miembros amputados, son las intervenciones más frecuentes», explicó el doctor, tras señalar que el Sistema Público de Salud sólo cubre la atención de emergencia para los inmigrantes sin permiso de residencia, por lo que son las organizaciones como Médicos del Mundo quienes se encargan del seguimiento del paciente y su recuperación una vez son operados. La ONG trabaja en estos momentos en la elaboración de un estudio para definir el perfil de ese 3% de inmigrantes que se quedan en las islas a fin de conocer cuál es su realidad. En este sentido, Arroyo adelantó que se trata en su mayoría de varones de entre 20 y 30 años de edad procedentes principalmente de Senegal, Malí o Costa de Marfil.