gasteiz. La organización Cáritas Diocesana de Vitoria presentó ayer su servicio Lan Bila que acaba de poner en marcha en esta ciudad para facilitar el contacto entre personas con necesidad de trabajar y familias demandantes de servicio doméstico. Su secretario general, Ramón Ibeas, indicó que “no pretendemos ser una ETT, sino la inserción en el empleo” y abogó por la creación de un mercado de trabajo normalizado que garantice el establecimiento de unas condiciones “justas para ambas partes”.

El modo de proceder de ese servicio, creado en la sede de calle Basoa n º 16 bajo, consiste en establecer contacto personal con trabajadores y empleadores para facilitar el encuentro que determine el acuerdo laboral entre las partes. El paso intermedio es la sede parroquial, comunicando para ello a la asistenta social de la zona.

Es de tener en cuenta que desde hace más de dos décadas Cáritas Diocesanas de Vitoria viene actuando como nexo entre empleadas de hogar y empleadores y así durante el último año atendió a 741 demandantes de empleo, el 82% eran mujeres y el 90% inmigrantes. Sus edades, en el 62% de los casos, estaban comprendidas entre los 25 y 45 años. Sobre su procedencia, Ibeas señaló que predominaban las personas de Ecuador, Rumanía y Bolivia.

FormaciónEl nuevo servicio contempla también el lanzamiento de una oferta formativa para trabajadores en la que estos puedan enriquecer sus capacidades, para un mejor desempeño de las tareas del hogar. Asi se pretende mostrar desde técnicas de limpieza del hogar hasta la elaboración de menús, pasando por el cuidado de las prendas y la asimilación de técnicas básicas de organización y coordinación de las tareas domésticas.

También la oferta formativa de Lan Bila, que atenderá al público los días laborales (menos el jueves) a la mañana, incluye la instrucción para el mantenimiento de las relaciones humanas con el grupo familiar y su entorno y la capacitación para la atención de niños, mayores y enfermos.

La responsable del programa de inserción por el empleo de Cáritas, Olga Iglesias, señaló que aparte de “adecuar la oferta y la demanda” se pretende concienciar a estas trabajadoras de la necesidad del asociacionismo para defender sus derechos. En este sentido reconoció que la ley que regula el sector doméstico es “obsoleta” y confió en que la nueva normativa en la que se está trabajando ofrezca a las empleadas del hogar unas condiciones laborales dignas y equipare jurídicamente a estas personas con otros sectores de la población laboral.