ESPAÑA

Un inmigrante rumano mata a golpes a su mujer en Ciudad Real y deja huérfanos a sus diez hijos

El matrimonio había perdido la custodia de los niños tras abandonarlos y dedicarse la víctima a ejercer la mendicidad

Diario Sur, J. V. MUÑOZ-LACUNA, 31-05-2007

La Guardia Civil detuvo ayer en Almagro (Ciudad Real) a un inmigrante rumano, de 33 años, por matar a su esposa, de 29 y también de nacionalidad rumana, con quien tenía diez hijos de edades comprendidas entre uno y ocho años. El matrimonio había abandonado a su progenie, circunstancia que se tradujo en la pérdida de la custodia.

El hombre acudió a las puertas de la base de Helicópteros de Almagro pidiendo auxilio, y advirtió de que su esposa se encontraba en muy mal estado en el interior de la furgoneta que había aparcado junto a la instalación militar. Cuando los agentes de la Guardia Civil se presentaron en la base junto a una ambulancia sólo pudieron determinar que la mujer, Ramona Nadia, estaba muerta, con numerosos golpes por todo el cuerpo.

Por este motivo fue detenido como presunto autor de los hechos y conducido al cuartel del instituto armado en Almagro, donde confesó haber matado a su mujer.

Acogidos en centros

La pareja residía habitualmente en Bolaños de Calatrava (Ciudad Real), localidad de 13.000 habitantes situada a cuatro kilómetros de Almagro que acoge a cerca de 2.000 ciudadanos extranjeros, en su mayoría originarios de Ecuador y Rumanía.

Según confirmó el teniente de alcalde en funciones de Bolaños de Calatrava, Miguel Ángel Valverde, «como el matrimonio había abandonado recientemente a sus hijos en la localidad de Bolaños, los servicios sociales municipales los recogieron para poder ser llevados a diferentes centros de acogida».

«Después se volvieron a marchar a Rumanía y regresaron hace poco tiempo a Bolaños, donde vivían de forma itinerante en una furgoneta, ya que habían abandonado la casa que habitaban», explicó el teniente de alcalde de este municipio.

La mujer fallecida, cuyo cadáver fue trasladado al Instituto Forense de Ciudad Real para serle practicada la autopsia, se dedicaba a la mendicidad en los pueblos de la comarca y jamás había denunciado a su marido por presuntos malos tratos, según confirmó la Subdelegación del Gobierno en Ciudad Real.

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