El agresor pidió ayuda a la Guardia Civil al advertir que su esposa estaba inconsciente tras haberla golpeado con una barra de hierro La Guardia Civil detuvo ayer en Almagro (Ciudad Real) a un inmigrante rumano, de 33 años, por matar a su esposa, de 29 y también de nacionalidad rumana, con quien tenía diez hijos de edades comprendidas entre uno y ocho años. El matrimonio había abandonado a su prole, circunstancia que se tradujo en la pérdida de la custodia. El hombre acudió a las puertas de la Base de Helicópteros de Almagro pidiendo auxilio, y advirtió que su esposa se encontraba en muy mal estado en el interior de la furgoneta que había aparcado junto a la instalación militar. Cuando los agentes de la Guardia Civil se presentaron en la base junto a una ambulancia sólo pudieron determinar que la mujer, Ramona Nadia, estaba muerta, con numerosos golpes por todo el cuerpo. Por este motivo fue detenido como presunto autor de los hechos y conducido al cuartel del instituto armado en Almagro, donde confesó haber matado a su mujer.


Según relató posteriormente el detenido a la Guardia Civil, la noche del miércoles al jueves discutieron y él la golpeó con una barra de hierro hasta dejarla malherida, pero creyendo que las lesiones no serían graves no dio parte ni la llevó a ningún hospital, siempre según su declaración.


Al ver que transcurrían las horas y no mejoraba le intentó llevar al hospital de Ciudad Real, aunque finalmente optó por pedir una ambulancia en la base militar al darse cuenta de que su mujer no reaccionaba.


Ayer a las 06.40 horas de la mañana el cuerpo de guardia de la Base de Helicópteros de Almagro comunicó a la Guardia Civil que un hombre que viajaba en un vehículo junto a una mujer les había pedido ayuda porque esta última se encontraba inconsciente. Pero, según pudieron constatar lo servicios sanitarios y los agentes de la Guardia Civil que se desplazaron hasta el lugar avisados por el cuerpo de guardia de la base militar, la mujer estaba muerta y había sufrido numerosos golpes, al parecer, con una barra de hierro.


Diez hijos abandonados

La pareja residía habitualmente en Bolaños de Calatrava (Ciudad Real), una localidad de 13.000 habitantes situada a cuatro kilómetros de Almagro que acoge a cerca de 2.000 ciudadanos extranjeros, en su mayoría originarios de Ecuador y Rumania.


Según confirmó el teniente de alcalde en funciones de Bolaños de Calatrava, Miguel Ángel Valverde, “como el matrimonio había abandonado recientemente a sus hijos en la citada localidad, los servicios sociales municipales los recogieron para poder llevarlos a diferentes centros de acogida”. “Después se volvieron a marchar a Rumania y regresaron hace poco tiempo a Bolaños, donde vivían de forma itinerante en una furgoneta, ya que habían abandonado la casa que habitaban”, explicó el teniente de alcalde de este municipio.


La mujer fallecida, cuyo cadáver fue trasladado al Instituto Forense de Ciudad Real para serle practicada la autopsia, se dedicaba a la mendicidad en los pueblos de la comarca y jamás había denunciado a su marido por presuntos malos tratos, según confirmó la Subdelegación del Gobierno en Ciudad Real.