Sociólogos del IEC aseguran que la falta de políticas de cohesión puede provocar problemas sociales La cuenta atrás para la ruptura del frágil Estado del Bienestar catalán podría haber comenzado. Oriol Homs, presidente de la Associació Catalana de Sociologia, confirmó ayer que si cesa el crecimiento económico y no se aplican políticas de inmigración que favorezcan la cohesión social, en una década, Cataluña podría padecer graves conflictos sociales «como los acontecidos en Francia» en los últimos años. Lo afirmó durante la presentación del informe Sociedad Catalana 2007 hecho público ayer por el Institut d’Estudis Catalans.

El documento, que expone los grandes cambios que ha sufrido la sociedad catalana ante la incipiente llegada de ciudadanos extracomunitarios, también pone de manifiesto las deficiencias del modelo de Estado de Bienestar del que presume la Generalitat. Políticas públicas sobre «educación, salud y trabajo» no sólo son «insuficientes» para evitar la segregación social, sino que su fragilidad puede provocar graves consecuencias sociales si se paraliza el actual «tiempo de bonanza económica». Una situación que, según Homs, debería aprovecharse para incentivar, lo antes posible las políticas de integración «entre inmigrantes y ciudadanos autóctonos».

Es el caso de la educación, área que, como afirmó Homs, ha sufrido «una falta de inversión a lo largo de las últimas décadas», así como un déficit de funcionamiento, antes incluso de la llegada de inmigrantes. En este sentido, Teresa Montagut, coordinadora del informe, instó a «discutir» el tópico que atribuye a los inmigrantes los peores resultados académicos y recordó que el sistema educativo está «zonificado». La socióloga también hizo referencia al elevado índice de puestos de trabajo en condiciones que «rozan la esclavitud» y que ha provocado un aumento de la «precariedad» laboral. En el caso de que dichas políticas no se desarrollen de forma satisfactoria, es factible que en diez o 20 años Cataluña sufra «problemas sociales» semejantes a los que se sucedieron en las banlieues de París y otras regiones francesas.

Por su parte, Miquel Caminal, catedrático de ciencia política, no quiso agudizar la polémica sobre la irrupción en las elecciones municipales del partido xenófobo Plataforma per Catalunya, si bien expresó su preocupación sobre que «los principales partidos tengan mensajes dudosos sobre exclusión e inmigración».