La crisis migratoria continúa. El secretario de Estado del Consejo de Seguridad de Bielorrusia, Alexander Volfovich, ha exigido a la Unión Europea (UE) pagar los vuelos de repatriación de los casi 2.000 migrantes indocumentados varados desde hace más de tres semanas en la frontera bielorruso-polaca, después de que se cancelara uno a Irak previsto para este jueves, según ha informado la agencia Efe. De acuerdo con el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, el último vuelo se canceló debido a una cuestión relacionada con los gastos de la operación de repatriación.

Además, ha asegurado que las autoridades han detenido a más de 11.500 migrantes en lo que va de año, al tiempo que ha subrayado que el país “no tiene la culpa” de la crisis migratoria en las fronteras de la UE, como recoge Europa Press.

Lukashenko se quejó de que la UE ha destinado “millones” de euros a asistencia humanitaria urgente para los migrantes atrapados en Bielorrusia, pero “no ha llegado ni un centavo aquí”.
La UE ha asignado 700.000 euros a ayuda humanitaria para dar asistencia urgente a los migrantes en Bielorrusia, pero los destinará a organizaciones como la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), entre otras, pero no al régimen de Lukashenko, al que desconoce como presidente legítimo tras las fraudulentas elecciones presidenciales de 2020.

La Comisión Europea (CE) proporcionará además hasta 3,5 millones de euros para facilitar el retorno voluntario de migrantes desde Bielorrusia a sus países de origen.

Polonia pide a la OTAN más apoyo
El presidente de Polonia, Andrej Duda, solicitó este jueves más apoyo a la OTAN para hacer frente al “ataque híbrido” de Bielorrusia en la frontera con ese país, donde ha vuelto a denunciar intentos de grupos de migrantes armados de entrar en el país.

“La intensidad es más peligrosa que hace unos días, porque esos migrantes que atacan ilegalmente la frontera (…) tienen instrumentos peligrosos como cuchillos, barras de metal o gases lacrimógenos”, afirmó Duda en una rueda de prensa tras reunirse con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en el cuartel general de la Alianza.

En todo caso, al no apreciar un ataque militar en la frontera, descartó la posibilidad de invocar el artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, que prevé consultas entre los aliados ante una amenaza, aunque dijo que “seguimos manteniéndolo en mente, sabemos que hay esa posibilidad”.