«Canarias tiene un problema de sobrepoblación»

Paulino Rivero, expresidente nacionalista del Gobierno de Canarias, ha afirmado este jueves que la comunidad autónoma tiene un problema de sobrepoblación acrecentado por la inmigración regular, no la que llega por mar en pateras, a la que habrá que buscar una solución.

Canarias 7, EFE Santa Cruz de Tenerife, 16-04-2021

En un debate organizado por el Parlamento de Canarias sobre el futuro de las islas tras la pandemia de la covid-19 en el que también ha participado otro expresidente, el socialista Jerónimo Saavedra, Rivero ha recalcado que «son muchos» los que eligen el archipiélago para establecerse.

Ha abundado en que Canarias «no tiene capacidad suficiente» para generar actividad económica que redunde en el bienestar de «todos los que vivimos» en el archipiélago, un territorio «muy frágil» que «no puede, bajo ningún concepto», aumentar su población en 20.000 personas al año.

«Es una barbaridad», ha aseverado Rivero, pues «se va creando poco a poco un problema social de primera magnitud».

Rivero ha asimilado que Europa no permite limitar la libre circulación de sus ciudadanos, pero ha añadido que sus instituciones no son «un ente abstracto», sino que las forman «hombres y mujeres con responsabilidades que entienden los problemas a los que se les busca solución«.

Y en este punto ha afirmado que a Canarias «le ha faltado capacidad primero para asumir que tiene un problema y luego, plantearlo en Europa», para tratar de regular los crecimientos poblacionales.

Ha recordado que en 2013 el Gobierno de Canarias que él presidía consiguió en Bruselas que en las contrataciones públicas se primara a las empresas que tirasen de trabajadores locales a la vista de las cifras de desempleo en el archipiélago«.

«Fórmulas hay, pero primero se necesita la convicción de que tenemos un problema», ha proclamado.

En la misma línea argumental, el presidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos, ha señalado que «hay que tomar la decisión de cuántos queremos ser en Canarias», y ha coincidido con Rivero en que con el modelo económico actual «no somos capaces de crecer ilimitadamente» en cuanto a población.

Menos categórico sobre esta cuestión ha sido Jerónimo Saavedra, quien ha defendido que la inmigración «va a ser una necesidad económica» para que los canarios puedan mantener su nivel de vida.

Y ante el planteamiento de Rivero, ha esgrimido que la prioridad es decidir «qué política educativa estamos dispuestos a desarrollar».

Se ha preguntado por qué en la actualidad vienen personas de otras comunidades y países a trabajar en la hostelería y ha deslizado las altas tasas de abandono escolar, «las carencias» de la FP para adaptarse a las nuevas necesidades del mercado, de ahí que ha planteado el cierre de los ciclos menos eficientes; y a ello ha sumado la emigración laboral de las personas cualificadas.

Ambos expresidentes se han referido también al fenómeno de la inmigración ilegal.

Jerónimo Saavedra ha llamado a recuperar la política de cooperación exterior con África, los centros de internamiento de extranjeros (CIE) en vez de los macro campamentos actuales y la redistribución territorial de la acogida de los inmigrantes.

Y en relación con este asunto, ha planteado otro reto de futuro: el papel geoestratégico de Canarias y su relación con los países vecinos de África.

Ha advertido de «riesgos concretos» como el yihadismo, cuya expansión «hay que frenar», y ha anotado que «muchos» cayucos están llegando a Canarias de «zonas cercanas» a semilleros de este fenómeno, sin ánimo de «alarmar».

También ha resaltado los estragos que el «neoliberalismo chino» está provocando en el sector pesquero en Senegal, lo que redunda en la emigración de sus habitantes; y el caldo de cultivo que hay en Mauritania, «una república islámica con apariencia de democracia», con más de la población analfabeta y donde se practican amputaciones como castigo.

Y luego está el conflicto del Sáhara, respecto al cual ha defendido, aun a riesgo de que lo «pongan a parir», que su autonomía es «la salida» y no esperar por un referéndum de autodeterminación que «nunca se va a hacer» por los «intereses» de muchos países.

Además de población e inmnigración, Saavedra y Rivero han hablado de economía y de su principal motor en Canarias, el turismo.

Rivero ha reclamado la capacidad de Canarias para la gestión de sus aeropuertos, si no total al menos compartida y mejorar la competitividad del destino.

Ha lamentado la incapacidad del sector, en todos estos años de «altísimas tasas de ocupación», de impulsar un plan de renovación «de verdad», algo en lo que ha coincidido ambos expresidentes.

Pero lejos de «criminalizar» al sector, ha pedido reparar «ahora más que nunca» en que existe en Canarias una «dependencia económica total» del mismo y que «hay que mimarlo y cuidarlo».

Ha admitido que se puedan buscar otro tipo de actividades para diversificar la economía; una palabra, en todo caso, que como la necesidad de cambiar el modelo económico viene escuchando «desde que era chiquitín».

Jerónimo Saavedra ha juzgado «aventurado» predecir cómo será la Canarias pos covid pues entran en juego numerosas variables, como el efecto de las nuevas tecnologías en el mercado laboral, la posible desaparición del turismo de congresos, la robotización de procesos o la regulación del teletrabajo.

En este punto ha indicado que el papel de sindicatos y patronales tendrán que cambiar y antes que derogar, la reforma laboral en vigor, planteamiento que juzga «simplista», ha hablado de modificaciones puntuales.

También ha propuesto introducir modificaciones en el estatuto de empleo público y en la ley de contratos públicos, y combatir la mentalidad del «viejo funcionario».

Además, se ha declarado «sorprendido» por que en el planteamiento del Gobierno sobre la edad de jubilación «no se tenga en cuenta» el tipo de profesión ejercida y la «penosidad» de la misma.

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