EDITORIAL

Brutalidad policial que no cesa

Diario Vasco, , 16-04-2021

La serenidad que debía rodear el juicio a Derek Chauvin, el agente que sobrecogió al mundo apoyando la rodilla durante nueve interminables minutos en el cuello de George Floyd hasta causarle la muerte en mayo pasado, se vio dinamitada por un nuevo episodio de brutalidad policial, también en Minneapolis. De nuevo un joven negro, Daunte Wright, al que las fuerzas del orden paran en un control de tráfico termina con un disparo mortal en el pecho a cargo de una veterana funcionaria blanca, Kim Potter, que pretendía en realidad reducirlo con un dispositivo paralizante, según la versión oficial que cuestiona la Fiscalía. A las cuatro noches seguidas de protestas y disturbios en la ciudad hay que añadir la tensión que crece en Chicago por la muerte a tiros de Adam Toledo, de 13 años, que habría protagonizado un incidente armado hace dos semanas. A unos días de que se conozca el veredicto en el ‘caso Floyd’, solo la convicción de que los estamentos policiales se comprometen de forma activa a combatir la desproporción y desterrar incluso la mínima sombra de racismo en sus actuaciones podría detener el reguero de vidas rotas y desigualdad contra el que las minorías de EE UU claman en las calles.

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