El Gobierno Vasco ya advirtió el fin de semana pasado que la llegada de un centenar de migrantes subsaharianos procedentes de Canarias en tránsito hacia Francia no parecía algo puntual y que podría repetirse en los días venideros. De hecho, Euskadi tiene activada la segunda fase del plan de contingencia, que habilita recursos adicionales de atención a estas personas, como el albergue de peregrinos de Irun o el albergue Elkano, en Hondarribia.

En previsión de que las necesidades de cobijo puedan aumentar este fin de semana, el departamento de Políticas Sociales, en colaboración con el Ayuntamiento de Hondarribia y Cruz Roja, ha preparado este miércoles el frontón Jostaldi de la localidad costera para poder albergar a un centenar de personas. La previsión de las instituciones es que se pueda producir un nuevo incremento en la llegada de migrantes a partir de mañana mismo, y los responsables del acogimiento desean tener habilitadas de antemano infraestructuras y plazas suficientes para evitar que la situación vuelva a desbordarse, como sucedió el sábado pasado en un primer momento.

Voluntarios de Cruz Roja y de asociaciones locales han preparado por la mañana la cancha del frontón con 94 camillas y mantas (ampliables a 100), con la debida distancia de dos metros entre catres.

La presión en la frontera de Irun se relaja al reducirse un 30% la cifra de migrantes atendidos
La presión en la frontera de Irun se relaja al reducirse un 30% la cifra de migrantes atendidos
MIGUEL ÁNGEL MATA
La elección de Hondarribia se enmarca en la idea de los responsables de Migración y Asilo del Gobierno Vasco de no concentrar en una misma localidad, en este caso Irun, a todas las personas que puedan llegar, y tejer una «red de solidaridad» entre municipios próximos para distribuir esfuerzos. Así por ejemplo, entre las instalaciones que podrían utilizarse en caso de necesidad está también el gimnasio del instituto de Bidebieta, en San Sebastián.

El alcalde de Hondarribia, Txomin Sagarzazu (PNV), ha explicado que el Gobierno Vasco preguntó ya la semana pasada «cómo podíamos colaborar en la atención a los migrantes, y hemos pensado que el frontón es la mejor instalación de la que disponemos». Responsables del área de Migración y Asilo visitaron el martes el frontón de cara a preparar el operativo para el fin de semana y, tras dar su visto bueno, el recinto ha quedado acondicionado este miércoles en pocas horas. «Nuestra intención es ayudar y colaborar en lo que esté en nuestra mano», ha resaltado Sagarzazu.

En el frontón también estaba la responsable de inmigración de Cruz Roja Euskadi, Nahia Díaz de Corcuera, quien ha confirmado que «lo habitual es que la afluencia de gente crezca los jueves, viernes y sábados», aunque no se ha atrevido a vaticinar cuántas personas podrían llegar a partir de mañana o en las próximas semanas. «Lo importante es estar preparados para prestar una atención adecuada a estas personas», ha remarcado.

«No hay motivo de alarma»
Entretanto, la red ciudadana de apoyo a los migrantes Irungo Harrera Sarea ha defendido que «no hay motivo de alarma por acoger a un centenar de personas migrantes y refugiadas». «Como están demostrando las instituciones, hay recursos suficientes para dar cobertura a toda persona en situación de vulnerabilidad cuando hay voluntad».

El martes la presión migratoria se redujo, con 75 plazas ocupadas frente a las 104 del lunes. Fueron 53 en Hilanderas, 10 en el albergue de peregrinos, y 12 en Hondarribia.

El Uranzu de Irun, ocupado para actividades escolares
El frontón Uranzu de Irun, que en los últimos días ha sonado como posible lugar de refuerzo para cobijar migrantes, no está previsto como emplazamiento para tal fin, al menos en las circunstancias actuales. Tanto el Gobierno Vasco como el Ayuntamiento de la localidad salieron al paso de las especulaciones y aclararon que «no ha sido solicitado» por los responsables de Migración. Entre otras cuestiones, porque está siendo usado como centro de recreo y gimnasia para centros escolares a petición de Educación.