Entre los jóvenes que llegan estos días al paso fronterizo de Irun se ha constatado la presencia de migrantes que han conocido en primera persona el muelle de Arguineguín, en el muncipio grancanario de Mogán, que se dio a conocer por el trato inhumano que se dispensaba a quienes conseguían llegar con vida a las costas canarias tras una peligrosa travesía.

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La Audiencia de Las Palmas ha emitido recientemente un auto para pedir explicaciones sobre lo ocurrido en este muelle, donde se instaló un campamento de migrantes ya desmantelado y que durante cuatro meses sometió a sus ocupantes a unas condiciones de vida deplorables. “Hemos observado que han empezado a venir desde Arguineguín, y el resto lo hace después de haber sido alojados en hoteles del Archipiélago”, explica Josune Mendigutxia, de la Red de Acogida de Irun.

Los voluntarios de esta asociación constatan una mayor presencia de migrantes ya desde mediados de febrero. El Gobierno Vasco ha activo el plan de contingencia este fin de semana, tras comprobar desde el viernes una llegada diaria de más de un centenar de personas que desbordaba los recursos habituales.

Todas ellas provienen de Canarias. El Estado registró el año pasado la entrada de 41.861 inmigrantes, un 29% más que en 2019, fundamentalmente, debido a la fuerte presión migratoria que ha vivido precisamente el archipiélago, a cuyas costas arribaron 23.023 personas, un 756,8% más. Todo ello “hace prever que en adelante tengamos más personas, por lo que estamos preparando la respuesta”, detalla el director de Migración.

A las 30 plazas del albergue peregrino de Irun se suman las otras doce de Hondarribi, además de 53 en el dispositivo central de Irun.

Estos recursos están incluidos en el plan de contingencia en el que intervienen diferentes instituciones bajo la coordinación del Gobierno Vasco.