Donostia reformará Villa Salia para crear un centro de día para personas sin hogar

LAS NUEVAS INSTALACIONES, UBICADAS EN EGIA, PERMITIRÁN MEJORAR LA ATENCIÓN QUE SE PRESTA AL COLECTIVO EN LA ACTUALIDAD

Diario de noticias de Gipuzkoa, ARANTZAZU ZABALETA / IKER AZURMENDI , 25-01-2021

DONOSTIA – Donostia transformará Villa Salia, en Jai Alai, en un centro de día para personas sin hogar. El proyecto, en el que llevan años trabajando, mejorará sustancialmente el servicio que se presta actualmente en el local de la calle San Bartolomé, de la mano de Hestia-Arrats.

El alcalde, Eneko Goia, explicó que habilitar un local para prestar asistencia diurna a las personas sin hogar era uno de los objetivos prioritarios del departamento de Acción Social. El alcalde reconoció que las instalaciones de San Bartolomé no son las más adecuadas y admitió que la pandemia ha acelerado la tramitación del nuevo proyecto, porque en la sede actual no se pueden cumplir las exigencias de distanciamiento y demás, aunque el plan era anterior.

El Gobierno municipal aprobó hace unos días el proyecto para reformar Villa Salia, ubicada en una parcela de 1.200 metros cuadrados y con un presupuesto de 2,1 millones de euros. En la actualidad, el edificio está destinado a uso docente (se imparte Educación Para Adultos) y, una vez reformado, podrá seguir acogiendo estas clases en una parte del edificio. Además, también habrá un espacio reservado para desarrollar un programa de familias del departamento de Acción Social.

Según el proyecto seleccionado, diseñado por el estudio Vaumm, se acometerán intervenciones para garantizar la accesibilidad y se renovarán las fachadas y cubierta. Se transformarán el pabellón del garaje, la planta semisótano y parte de la planta baja de Villa Salia. En ellos se acondicionarán una zona de acogida, una zona de estancia, un comedor social, consultas de enfermería y podología, despachos profesionales, vestuarios y aseos y taquillas, además de zonas destinadas al personal y zonas auxiliares (sala de reuniones, sala de estar, vestuarios y aseos, cabina de recepción, diversos almacenes, cocina, cuarto de limpieza y cuarto de instalaciones).

El resto de los espacios, que incluyen la otra parte de la planta baja (también la planta primera entera), se destinarán al programa de familias, que tendrá una zona de acceso en la planta baja, un almacén y un espacio de acogida-guardería.

En la actualidad, en la calle San Bartolomé el centro de día Hestia presta un servicio de atención diurna para personas sin hogar, además de ayudarles a trabajar procesos de cambio para mejorar su calidad de vida y su autonomía personal y social.

El servicio permanece abierto todos los días (también fines de semana y festivos) y cuenta con tres ámbitos de actuación: el propio local, la calle y los espacios comunitarios. En las instalaciones se ofrece acceso a Internet, prensa, juegos de mesa, intervención socio-educativa y psicosocial, escucha activa… En 2019 por allí pasaron 557 personas (510 hombres y 47 mujeres). Además, hay educadores y educadoras de calle que se acercan a las personas sin hogar y les ayudan a acercarse a los servicios sociales y comunitarios de la ciudad. Por último, ofrecen actuaciones en espacios comunitarios, es decir, se organizan actividades formativas, deportivas, lúdicas o culturales en espacios normalizados para fomentar la ocupación saludable del tiempo y el sentido de pertenencia en las personas sin hogar.

VILLA SALIA El edificio de Villa Salia es conocido en el barrio de Egia y protagonizó un capítulo de la historia del barrio en la década de los 70. Aunque en su momento era propiedad del Instituto Nacional de Previsión y se había usado como almacén de medicamentos, estuvo años abandonado, hasta que en julio del año 1976 vecinos de barrio, que buscaban locales para realizar distintas actividades, ocuparon la villa, según recuerda Gordegia (Egiako Artxibategi Grafikoa). La limpiaron para intentar darle una utilidad, aunque la policía intervino dos veces, los expulsó y tapiaron el edificio. Un año después se tuvo noticia de que el Instituto Nacional de Previsión quería venderlo y vecinos de Egia se movilizaron para pedir al Ayuntamiento que comprara la villa y la pusiera a disposición del barrio.

Hubo manifestaciones, concentraciones, asambleas… La villa, finalmente, se vendió a un particular, lo que provocó nuevas movilizaciones. Se convocó una manifestación hasta el Ayuntamiento, donde los participantes entraron por la fuerza y ocuparon el salón de plenos. Finalmente, el entonces alcalde en funciones, Florencio Muñoz Múgica, firmó el compromiso de comprar la villa y cederla al barrio.

El Consistorio la adquirió y emprendió algunas obras para acondicionarla, hasta que comenzó a funcionar como guardería durante algún tiempo. Después, se cedió a AEK y ejerció como euskaltegi durante bastantes años más. En la actualidad, sigue vinculada a la docencia y acoge las citadas clases de educación para adultos.

En Villa Salia se seguirán impartiendo clases para adultos y también habrá un espacio para un programa de familias de Acción Social

El Ayuntamiento adquirió Villa Salia hace algo más de 40 años, tras movilizaciones de los vecinos de Egia para que se destinara al barrio

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)