Ergo Pro, sin dogma en el extrarradio

El trabajo, ilustrado por un Jesús negro, lo nutren sus vivencias y la experiencia de crecer en una España blanca

El Periodico, , 29-10-2020

Ya se sabe: el pobre, ni el más mínimo desliz. A Robert, el chaval de 25 años detrás del alias Ergo Pro, vecino del barrio de San Cristóbal, en el extrarradio de Madrid, un suspenso en la universidad le hizo perder la beca para los estudios de Sociología. No pudo aguantar mucho más compaginando carrera, trabajo y rap. En lo último le sobra formación desde que se apuntara a un taller de hip – hop con 13 años. "Mi barrio está dejado de la mano de Dios, hay mucha marginalidad, y hacen programas para ayudar a los chavales para que no la liémos ni estemos en la calle", explica Bobby, así llaman a este madrileño de ascendencia nigeriana, mientras manda saludos desde este texto a Perico, el educador social que impartió ese taller y encendió la mecha.

Después de años publicando, Ergo Pro presenta ahora el afilado disco ’Dogma’, un trabajo de rap ortodoxo – “ni me paso de pureta ni de reformista”, dice él – que cuestiona el orden de las cosas desde la visión de un joven al que las crisis económicas y sociales no le abandonan nunca. Son perennes, al igual que el racismo. Su disco está lleno de mensajes en ese sentido basados en la experiencia de un joven negro en Madrid que, además, se intenta abrir paso en la industria musical. Una imagen potente ilustra la portada de ‘Dogma’: Jesús es negro. "¿Por qué no sale la cosa? Llevo seis años fuerte, haciendo colaboraciones potentes, he salido a muchos sitios… Al final escogen a alguien que sea más vendible para el régimen", comenta sobre la dificultad de despegar como artista en España siendo negro. “Paz para Valtònyc huyendo de Españistán”, dice en el tema ‘Fakin Jax’. "Necesitamos más apoyo de la industria. Gente que realmente esté dentro del hip – hop y no gente de fuera que busque aprovecharse", defiende. 

Bobby, español de primera generación, expone cómo ha sido crecer en la España blanca: “Yo no he tenido referentes negros en Madrid. Todos los referentes que he podido tener eran gente blanca que hablaba de otra movida que a mí no me representaba. Y yo ahora quiero ser un referente para todos esos chavales que han sido como apátridas, que aquí los ven de allí y viceversa”. Conoce casos de estos a patadas, pues en San Cristóbal la población no española sobrepasa el 35%. Y se vive a lo alto. “Los bloques, la lluvia, el frío, todo meseta… Eso favorece el imaginario de la peña. Aquí hay chabolismo vertical, mucha gente en edificios muy altos, la densidad es muy guay y eso se puede ver en mi rap o en el de cualquier otro chico de Madrid”, razona sobre la potente escena rap que se agolpa en el extrarradio de la capital. 

En su relato no existe la ficción. Ergo Pro sigue la doctrina de Chuck D, eso de que hacer rap es ser cronista del barrio. "Hablamos de una movida que es real. Al final el rap es una forma de dar voz a los que no la tienen. Por eso creo que no hay que mentir, exagerar, ni contar lo que no es", dice. Y, ¿qué ocurre en San Cristóbal? "Somos el último confín de Madrid, estamos en el límite. Nos tienen abandonados. La policía no llega cuando tiene que llegar pero sí que llega para multarte. Hay humildad, gente buena, gente mala…. Y un caldo de cultivo muy multicultural". 

Su sonido está influenciado por muchos de los derivados que hay dentro del hip – hop, pero sobre todo por el rap hecho en Nueva York – “me pone la piel de gallina” – . En los ritmos es versátil aunque siempre manteniendo una esencia clásica. Confía ahora, aunque con los pies muy pegados al suelo, en que ‘Dogma’ le dé lo que desea, una estabilidad que le permita centrarse en esto. “Me he juntado con gente potente, he grabado en estudios guays… Pero intento no tener mucha esperanza para luego no matarme. Si no sale, voy a seguir enfocado en buscarme la pasta”, zanja.

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