El final de la cuarentena a la que han sido sometidos en Albacete los cientos de inmigrantes africanos que hasta hace unas semanas malvivían en una nave abandonada a las afueras de la capital manchega acabó este miércoles con incidentes y un amplio despliegue policial en los alrededores del recinto del Instituto Ferial, al que habían sido trasladados los que habían dado negativo en las pruebas de coronavirus. Los 38 que habían dado positivo han permanecido aislados en el pabellón deportivo de un colegio de esta ciudad.

Aunque el dispositivo que se había ideado para realojar a los más de 200 inmigrantes preveía su reubicación en varios pabellones deportivos, en grupos de 20 ó 30 personas para evitar la aparición de nuevos brotes con un mayor aislamiento, 40 de ellos se saltaron este miércoles el cordón de vigilancia y tuvieron que ser interceptados por agentes de la Policía Nacional y la Policía Local. De hecho, se produjeron enfrentamientos entre los temporeros y los agentes y se escucharon disparos al aire efectuados por las fuerzas de seguridad.

También fue necesario cortar la circulación en la zona más próxima al recinto del Instituto Ferial para que los incidentes no se trasladaran a la población civil.

La principal preocupación de estos inmigrantes que cada verano se desplazan masivamente a Albacete para trabajar en labores agrícolas es saber qué va a ser de su futuro a corto plazo ya que llevan varias semanas sin trabajar, carecen de dinero y no saben cuándo se les permitirá salir a buscar un empleo en el campo. Además, la nave abandonada donde tenían establecido su asentamiento ha sido clausurada por el Ayuntamiento de Albacete, por lo que la Junta de Castilla-La Mancha, la Subdelegación del Gobierno en esta provincia y el Ayuntamiento deberán decidir una solución definitiva en los próximos días.