Honduras. Crisis migratoria

Caravana de hondureños entra en Guatemala con bandera de su país a la cabeza

La Vanguardia, Redacción. Germán Reyes, 17-01-2020

Agua Caliente (Honduras), 16 ene (EFE).- Con la bandera azul y blanco de su país al frente, alrededor de 2.000 hondureños cruzaron este jueves hacia Guatemala en su intento por llegar en caravana a Estados Unidos, donde se han endurecido las leyes migratorias para evitar que extranjeros indocumentados alcancen el “sueño americano”.

“Dijimos que nos íbamos y hoy nos vamos, somos hondureños que queremos trabajo y vivir en paz”, dijo a Efe uno de los inmigrantes de tres grupos que salieron por el punto fronterizo de Agua Caliente.

El primero, no muy numeroso, partió cuando el sol aún no asomaba sobre las montañas fronterizas con Guatemala, mientras un nutrido grupo llegaba en autobuses o a pie, también muy temprano al retén policial y militar cercano al puesto aduanero de Agua Caliente, que en un mismo edificio comparten los dos países centroamericanos.

EN MÉXICO “LA COSA ES DIFERENTE

Muchos de los inmigrantes, entre ellos mujeres con niños, algunos de meses, no hicieron el registro migratorio en Agua Caliente, convencidos de que, les dieran o no el pase para cruzar a Guatemala, “de nada nos sirve” porque “la cosa es diferente al llegar a México”, declararon a Efe algunos miembros de la caravana, la quinta desde la primera, del 13 de octubre de 2018, y la primera de 2020.

La caravana de hoy inició su aventura el martes por la noche desde la central de autobuses interurbanos de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, y al menos 200 personas optaron por cruzar por Corinto, en el caribeño departamento de Cortés, también fronterizo con Guatemala, donde el miércoles tuvieron problemas con autoridades de ese país, al que entraron de manera ilegal.

Fueron obligados a retornar a la frontera para regularizar su situación, por orden de policías guatemaltecos y del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, en sus siglas en inglés).

La Policía Nacional Civil de Guatemala y los funcionarios estadounidenses revisaron a decenas de hondureños que en su mayoría habían ingresado el miércoles sin registrarse a Guatemala.

Las autoridades retuvieron a los inmigrantes a la altura de la aldea Entre Ríos, del departamento guatemalteco de Izabal, y los devolvieron en microbuses hacia la frontera de Corinto.

Los hondureños que pretenden llegar a Estados Unidos son conscientes del riesgo de no poder pasar de México, cuyo Gobierno avisó el miércoles de que no entregará salvoconductos para que los miembros de la nueva caravana puedan atravesar el país con destino a la tierra del denominado “sueño americano”.

“Simplemente no es México un país de tránsito solamente, no es un país que dé un salvoconducto, es un país que abre las puertas para incluir a las personas que quieran entrar y migrar a nuestro país, pero de ninguna manera tenemos visas de tránsito o salvoconductos”, dijo a la prensa la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez.

La nutrida caravana que entró hoy en Guatemala, con muchos inmigrantes que no registraron la salida de su país en el puesto de Agua Caliente, fueron recibidos de manera amable por un oficial de migración de la vecina nación.

“Ustedes tienen que cumplir las leyes de mi país, yo necesito hacer un registro de ustedes. ¿Para qué les va a servir este registro? Para que ustedes puedan transitar por mi país, sin problemas”, indicó el funcionario guatemalteco, sin identificarse.

Además, les hizo un llamamiento, “a la cordura, más que todo a las personas que traen niños”, a quienes pidió que colaboren “para que no tengan ningún problema”.

INSEGURIDAD Y DESEMPLEO

La inseguridad y el desempleo en Honduras son como dos caras de una misma moneda, con muchos de sus ciudadanos que son víctimas de la violencia en el país, con pandillas que cobran “impuesto de guerra” a comerciantes de todo tipo.

Evelyn Hernández, una estilista de belleza de 32 años que por segunda vez intenta llegar a Estados Unidos acompañada de su único hijo, de unos 7 años, lamentó a Efe que el desempleo, la inseguridad, la falta de médicos y educación son, “tristemente, la realidad de Honduras”.

Agregó en su profesión hay mucha competencia y ahora es más difícil conseguir empleo, lo que le ha llevado a vender comida en su casa, en la ciudad de El Progreso, en el septentrional departamento de Yoro.

Pero, debido a que los “mareros” (pandilleros) “empezaron a cobrarme extorsión, entonces deje de vender comida”, lo que le llevó a sumarse a la caravana que hoy cruzó a Guatemala, sin pasar por el registro migratorio de su país, porque “eso de nada sirve”. En su primer aventura llegó hasta Sonora, en México.

UN POCO DE FÚTBOL ANTES DE MARCHAR

En la carretera del punto fronterizo de Agua Caliente, a un costado del edificio de control migratorio, Cindy Murillo, de 32 años, una vendedora de ropa usada procedente de El Taladro (departamento central de Comayagua), olvidaba por un rato sus problemas jugando al fútbol, con hombres, con una pelota de plástico que lleva en su ligero equipaje.

Cindy es una más de las muchas mujeres hondureñas que son madres solteras. En su caso, con cinco hijos de 13, 11, 8, 5 y 1 año. El padre de sus hijos, afirmó, vive en México.

Según relató a Efe, a los pequeños los ha dejado con su madre y se va “buscando un mejor futuro para nuestros hijos, porque en este país ya no podemos vivir”.

“Si trabajamos, pagamos renta, luz, agua, no nos alcanza para la comida, no creo que para lo demás. También tenemos que sustentar a nuestros hijos y es muy poco el salario que ganamos, a veces vendemos a veces no, entonces qué podemos hacer”, añadió Cindy, quien desde hace dos años juega al fútbol.

Su objetivo es llegar a Estados Unidos y hoy, mientras llegaba el momento de cruzar a Guatemala, jugó al fútbol “para pasar el rato, para que pasen las horas. Tenemos que ver cómo hacemos”.

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