Un millón de niños venezolanos sufren el abandono de sus padres por el éxodo

Abel Sarabia, psicólogo y coordinador de CECODAP, dijo al presentar su último informe de «Somos Noticia» que «estamos ante un problema que no es de uno o de dos; es de escala nacional»

ABC, Ludmila Vinogradoff SEGUIR, 20-11-2019

El abandono de la infancia ya es un problema nacional. La escalada del éxodo ha producido cerca de un millón de niños y adolescentes en estado de abandono, cuyos padres se han ido al exterior, dejando a sus hijos al cuidado de la abuela, la tía, hermanos o un familiar, lo que representa el 10% de la población de la infancia de Venezuela.

Para ser exactos, la cifra ha aumentado a 943.117 casos de menores de edad en media orfandad, según reporta CECODAP, una ONG que se dedica desde 1984 a la promoción y defensa de los derechos humanos de la niñez y adolescencia. El estudio se realizó con una encuesta a 800 familias.

Abel Sarabia, psicólogo y coordinador de CECODAP, dijo al presentar su último informe de «Somos Noticia» que «estamos ante un problema que no es de uno o de dos; es de escala nacional. El fenómeno de la migración que vivimos no solo define nuestro presente, sino también define la Venezuela del futuro, la de los próximos 30 años».

Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la cantidad de refugiados y migrantes de Venezuela ha alcanzado los 4.626.968 millones al 5 de noviembre de 2019, convirtiéndose en uno de los grupos de poblaciones desplazadas más grandes del mundo en la actualidad.

Por lo general el 88% de los padres encuestados que han emigrado para trabajar en otros países envían dinero para sostener a sus hijos en Venezuela, a razón de 10 y 50 dólares por niño, pero “a pesar de que las remesas pueden ser el sostén del grupo familiar, no resuelven por entero las necesidades materiales y de manutención de un niño”, indicó Sarabia.

Sarabia explicó que si el niño se mantuviera solo de este aporte, no recibiría ni dos dólares por día, lo que lo ubica bajo línea de la pobreza.

El contexto nacional tampoco ayuda, los niños abandonan la escuela por carecer de transporte escolar y comida en las escuelas. La deserción escolar alcanza el 50% de los 11 milllones de escolares matriculados. El éxodo de maestros y profesores es muy alto. El panorama de las aulas vacías es desolador.

Separados de sus padres, los hijos de los emigrantes comienzan a padecer cambios o alteraciones en el comportamiento: sensación de abandono, desánimo, entre otras cosas. «Casi un millón de niños y adolescentes que requieren de una atención especializada no reciben ningún tipo de apoyo psicosocial para enfrentar esta situación», dijo Saraiba.

Sarabia destacó la importancia de la incidencia y de posicionar este tema en la agenda pública, que el Estado cumpla con sus obligaciones y que los países receptores garanticen la protección de los niños.

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