El cardenal Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Valladolid, ha apelado a la generosidad y humanidad de la sociedad para acoger a los migrantes y refugiados que entran en España.

Ante la próxima Jornada del Migrante y Refugiado, que la Iglesia Católica celebra a escala mundial el 29 de septiembre, Blázquez ha pedido que se actúe «no con egoísmo sino generosamente, con apertura y responsabilidad, evitando las reacciones instintivas de una equivocada autodefensa».

Su incorporación a la sociedad que les recibe «es un proceso largo que debe ser facilitado con la confianza y ayuda», añade en la carta pastoral que cada semana publica como arzobispo de Valladolid.

A las instituciones, al prelado ha pedido una «adecuada regulación, no cicatera sino generosa», para facilitar una integración que en su opinión debe tener en cuenta, en el caso de España, la experiencia histórica de un país que de forma masiva emigró a Iberoamérica y Europa durante los siglos XIX y XX.

«La experiencia histórica debe facilitarnos la adopción de actitudes en sintonía con las diversas perspectivas de esta realidad tan compleja», afirma Blázquez antes de recordar cómo «es insustituible el sentido de la humanidad y de la fraternidad para afrontar la situación actual e intentar darle una solución».