Sociedad

Comisario europeo: "Abran los ojos, no estamos ante una crisis de refugiados"

El Periodico, Agencia EFE, 16-01-2019

El comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramopoulos, subrayó hoy en la Eurocámara que la Unión Europea actualmente no afronta una “crisis de refugiados como algunos quieren presentar” y urgió a emprender una reforma definitiva del sistema de asilo en la UE.

“Abran los ojos. No estamos ante una crisis de refugiados como algunos quieren presentar”, dijo Avramopoulos ante el pleno de la Eurocámara, reunido en Estrasburgo (Francia), donde reclamó “un sistema de asilo sostenible, con futuro y justo”.

El eurocomisario agregó que el Ejecutivo comunitario está de acuerdo en trabajar con “algunos mecanismos provisionales” mientras “se aprueba el nuevo reglamento” que bloquean los Estados miembros en el Consejo de la UE.

Según datos de la agencia fronteriza europea Frontex, el número de inmigrantes indocumentados llegados a la UE en 2018 fue de 150.000 personas, lo que supone el menor dato en los últimos cinco años y representa una caída del 92 % respecto al pico de 2015 (en pleno auge de la guerra siria.

No obstante, por segundo año consecutivo el número de llegadas a España se duplicó para alcanzar los 57.000 individuos, resultado del sucesivo cierre de otras rutas migratorias por los Balcanes y el Mediterráneo central hacia Italia.

En un debate parlamentario sin voto, el eurodiputado español del conservador PP Agustín Díaz de Mera recordó que dos años después de que la CE presentara su propuesta, las negociaciones han encallado y llamó a “seguir trabajando en la reforma del sistema de Dublín” que rige la concesión de asilo en la UE.

La socialista Elena Valenciano destacó que son “muchos Gobiernos de la UE los que están bloqueando esa solución”, pues tanto el Parlamento como la Comisión Europea han intentado sacar adelante una reforma de la política común de asilo y de migración.

La liberal sueca Cecilia Wikström declaró que “los Estados miembros se están atrincherando cada vez más en sus posiciones”, mientras que el ecologista belga Philippe Lamberts lamentó que la UE “se alíe con regímenes opresivos como Libia o Sudán” y entregue dinero a “bandas armadas que luego decimos que son guardacostas”.

Ernest Urtasun, de Catalunya en Comú, subrayó que la UE debe abandonar la “criminalización de la política humanitaria” y citó el ejemplo del barco Open Arms, retenido en el puerto de Barcelona sin autorización para zarpar hacia las costas de Libia, país del que salen buena parte los migrantes de distintos países africanos.

Xabier Benito, de Podemos, criticó los métodos de gestión de los fondos migratorios de la UE porque “favorecen tanto el negocio de las mafias que parecen diseñados por las propias mafias”, mientras que la izquierdista alemana Cornelia Ernst se refirió a los “miles de niños que han desaparecido” en las rutas migratorias o de las “mujeres violadas en las cárceles libias”.

En las antípodas de ese planteamiento, el holandés Marcel de Graaff, del partido euroescéptico PVV, reclamó que las instituciones dejen de “despilfarrar” dinero y abogó por que los países “con un Gobierno patriótico” cierren las fronteras como piden y hacen Hungría o Polonia.

En esa misma línea, el italiano Mario Borghezio de la ultraderechista Liga señaló que “hay que poner coto a los desembarcos”, como ha hecho su Gobierno, porque “Italia es la que carga con los resultados negativos de las políticas fallidas” de la UE.

“No hablaré de una Europa fuerte, sino de una Italia fuerte”, lanzó el europarlamentario italiano poco antes de que Gilles Lebreton, del partido de extrema derecha francés Agrupación Nacional, vaticinase la desaparición de la UE si Bruselas continúa con la misma política migratoria.

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