El Tribunal Supremo, la más alta instancia judicial de Francia, ha anulado este miércoles la condena pronunciada contra el agricultor Cédric Herrou y otro activista por haber ayudado a unos 200 migrantes, sobre todo sudaneses y eritreos, a entrar en el país  y  albergaba a algunos en su granja en el valle de Roya, en los Alpes .

El diario local Nice Matin ha informado de que los magistrados suspendieron la doble decisión dictada por el Tribunal de Aix en Provence, en el sur del país, que sentenció a cuatro meses de prisión exentos de cumplimiento a Herrou y a dos al investigador Pierre – Alain Mannoni.

Todos los “delitos de solidaridad” se han anulado y queda pendiente el de presunta ocupación ilegal de un terreno perteneciente a la empresa ferroviaria pública SNCF en la región de Roya, cerca de la frontera franco – italiana, por parte de Herrou y otros activistas.

El Supremo, según añadió la emisora Europe 1, ha reenviado el caso a la Corte de Apelación de Lyon. Su decisión es la primera de este tipo desde que el Consejo Constitucional francés, encargado de controlar la constitucionalidad de las leyes, dictaminara en julio que quienes ayuden de forma desinteresada a las personas sin papeles en el país actúan legalmente.

La ley de asilo e inmigración modificó uno de sus artículos para aplicar esa consigna y la defensa de Herrou, convertido en figura icónica de la ayuda a los migrantes, se apoyó en ese “principio de fraternidad” para recurrir el caso. "Es una gran victoria", celebró su abogado, Patrice Spinosi.

Herrou ofrecía refugio a migrantes ya en territorio francés y también trasladó a personas que se encontraban al otro lado de la frontera con Italia, a las que introducía en Francia por carretera. Al agricultor también se le acusó de instalar sin autorización a 57 personas de origen eritreo, 29 de ellas menores, en un centro de vacaciones abandonado, perteneciente a la compañía ferroviaria francesa SNCF.

En todo momento y pese al riesgo de ser condenado, Herrou ha defendido sus acciones.  “Les resulta muy complicado llegar a Francia. Es un viaje que los hiere a nivel físico y psicológico”, dijo en una entrevista con eldiario.es en 2017.

Lo hizo a través de Roya Citoyenne, una asociación con base en la localidad sureña de Breil – sur – Roya, donde reside el condenado y en la que más voluntarios militan en contra de la valla que separa Francia de la población fronteriza italiana de Ventimiglia, donde se acumulan los migrantes que tratan de cruzar a Francia.

El activismo de Herrou en favor de los migrantes quedó retratado en el documental Libre, de Michel Toesca, proyectado en el pasado Festival de Cannes fuera de competición, dentro de sus sesiones especiales.