La banalización del discurso del odio se cuela por las pantallas de televisión y un racismo sutil entra a diario en los hogares de miles de espectadores, buena parte de ellos menores de edad. La Federación de SOS Racismo, haciéndose eco del creciente número de quejas de un público molesto con lo que escucha y ve estos días, denunció ayer los comentarios abiertamente xenófobos que se vierten durante las últimas semanas en el programa Gran Hermano VIP de Telecinco.

“Vete a tu país”;“El que limpia los váteres en mi pueblo es más guapo que tú y es árabe también”;“Moro de mierda”;“Vete a hacer kebabs”;“Peruana de mierda”. Son algunas de las lindezas que se han deslizado en el programa que se emite en Telecinco, que el domingo contó a las 22.00 horas con una audiencia de 2.636.000 espectadores, y un share del 23,1%. La principal cadena de Mediaset ofrece la posibilidad de seguir el reality en directo por Youtube. Telecinco no restringe la audiencia que puede acceder a esas imágenes y, aunque el formato está dirigido a un público heterogéneo, miles de menores, un porcentaje nada desdeñable de ellos del País Vasco, son testigos de actitudes poco apropiadas.

“Son muchas las quejas recibidas, y para formalizar la denuncia hemos tenido que realizar una investigación en la que hemos extraído cortes de diferentes programas”, explica el abogado Mikel Mazkiaran, secretario de la Federación estatal de SOS Racismo. La sexta edición de Gran Hermano VIPestá siendo más que buena en términos de audiencia, con registros que superan anteriores entregas, pero no está exenta de polémica. En la medida que los concursantes están vertiendo opiniones denigrantes sobre las personas por su origen étnico, ha comenzado a crecer una audiencia crítica que censura que comienzan a rebasarse todos los límites, a pesar de lo cual ni la cadena ni el programa han tomado medidas para erradicar o condenar este tipo de comentarios.

No solo exceden los límites de la libertad de expresión y descalifican a personas por su origen étnico generando un clima de odio sino que, según denuncia Mazkiaran, “pone de relieve los continuos comentarios racistas en situaciones de todo tipo con las que tienen que convivir las personas radicadas en el Estado español”.

El aspecto más novedoso de la denuncia interpuesta por la ONG es que una de las quejas va dirigida a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Este organismo tiene mucho que decir al respecto, según defiende SOS Racismo. Así, los comentarios descritos, suponen una vulneración del artículo 57.1 de la Ley General de la Comunicación Audiovisual, que considera “infracción muy grave la emisión de contenidos que de forma manifiesta fomenten el odio, el desprecio o la discriminación por motivos de nacimiento, raza, sexo, religión, nacionalidad, opinión o cualquier otra circunstancia personal o social”.

EXPEDIENTE SANCIONADORPor este motivo, SOS Racismo ha solicitado a la Comisión que inicie un expediente sancionador. “La actividad, en este caso audiovisual, se rige por unas normas en las que debe prevalecer la igualdad, y entendemos que la comisión puede intervenir al respecto”, sostiene el abogado de la ONG.

Otro de los destinatarios de la queja es Mediaset, la empresa dedicada a la comunicación televisiva, en la medida que “vulnera su propio código ético”. De hecho, no casa en absoluto lo que se está emitiendo estos días por Telecinco con lo que defiende el grupo en uno de los apartados de su código. “Mediaset España promueve la no discriminación por razón de raza, nacionalidad, origen étnico, género, edad, discapacidad, situación personal y familiar, estado civil, apariencia física, orientación sexual, maternidad o embarazo, religión, ideología, opiniones políticas, creencias o cualquier otro prohibido por la Ley”.

Añade en su código ético que tiene una política de “tolerancia cero” respecto de cualquier comportamiento abusivo, humillante, ofensivo o que pueda ser calificado como acoso, tanto físico como psicológico. “Especialmente aquellos basados en motivos de raza, color, sexo, religión, origen étnico (…) o cualquier otro comportamiento prohibido por la Ley”, recoge.

Por este motivo, para SOS Racismo resulta sorprendente que no se hayan tomado medidas de forma automática por parte de la empresa. A partir de ahora, “esperamos que nuestra queja, así como las que hemos promovido junto a todas las personas que se han sentido ofendidas por este tipo de comentarios, haga que se pongan en marcha los mecanismos previstos en el código”, expone Mazkiaran.

SOS Racismo también ha solicitado que la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) emita un dictamen por posible vulneración del Código Deontológico. Del mismo modo, la Federación reclama a Mediaset España “no solo que no permita este tipo de comportamientos y discursos, sino que en el mismo programa los condene”.