Bangladesh aseguró hoy que continúa dispuesto a comenzar la repatriación de los refugiados rohinyás a Birmania (Myanmar) tal como se había comprometido con el país vecino, siempre que el regreso de los miembros de la minoría musulmana, que huyeron de la violencia en 2017, sea voluntario.

“Nuestra posición no ha cambiado. Estamos abiertos a la repatriación. Si viene alguien, lo enviaremos de vuelta (a Birmania). Pero no forzaremos a nadie a regresar”, dijo a Efe el comisionado bangladeshí para la Ayuda a los Refugiados, Abul Kalam, encargado de la repatriación.

La primera fase de la repatriación voluntaria de los rohinyá a Birmania tenía previsto comenzar el pasado día 15, según un acuerdo firmado entre los Gobierno de Bangladesh y Birmania.

Ambos gobiernos acordaron repatriar a 2.251 de los más de 700.000 refugiados rohinyás que viven en campamentos en Cox’s Bazar, en el sureste del país, en la primera etapa de un proceso de varias fases.

Una delegación del Gobierno bangladeshí recorrió el día acordado varios puntos de los campamentos de refugiados del este del país, pero no encontró ningún voluntario para la repatriación entre los más de 700.000 rohinyás que huyeron hasta allí hace más de un año.

Cuando los funcionarios llegaron a uno de los campamentos, fueron recibidos por una gran manifestación de refugiados que se negaban a regresar.

“No regresaremos a menos que seamos reconocidos como rohinyá y nos lleven de vuelta a nuestra tierra”, dijo hoy a Efe Mohammad Nasir, un líder comunitario de la minoría musulmana.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que estaba evaluando la participación voluntaria de los rohinyás incluidos en la lista para la repatriación para la primera fase, no pudo confirmar si alguna persona se mostró de acuerdo.

“ACNUR ha estado evaluando la participación voluntaria de los refugiados autorizados a regresar a Myanmar, para determinar si les gustaría ejercer su derecho a regresar en este momento”, dijo a Efe el portavoz de ACNUR en Cox’s Bazar, Firas Al-Khateeb.

La comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, pidió hace una semana al Ejecutivo bangladeshí que suspendiera la repatriación, al considerar que los traslados irían en contra de las leyes internacionales y pondrían en riesgo las vidas y libertades de los refugiados de esta minoría musulmana.

El éxodo de los rohinyá comenzó el pasado año, cuando un grupo rebelde de esta comunidad minoritaria lanzó una serie de ataques contra puestos gubernamentales en la región de Rakáin, en el oeste de Birmania, lo que provocó una desproporcionada respuesta del Ejército birmano contra este grupo.