El Paso de Montgenèvre, donde militantes antifascistas permitieron el pasado abril el paso a Francia de unos veinte inmigrantes, fue escenario este fin de semana de un altercado entre grupos de extrema izquierda y las fuerzas del orden.

La Prefectura de los Altos Alpes denunció hoy en un comunicado que “entre 100 y 150 manifestantes”, la mayoría con el rostro cubierto, “atacaron a fuerzas de la gendarmería” con piedras o “explosivos agrícolas y artesanales”.

La delegación local de gobierno precisó que no hubo heridos.

Los manifestantes, entre los que había franceses, italianos, españoles o alemanes, entre otros, participaban según la Prefectura en la operación “Passamontagna”, desplegada en la frontera franco-italiana el pasado 19 de septiembre y que finalizó hoy.

Los organizadores de ese campamento precisan en la página web homónima que “Passamontagna” tenía la intención de servir de espacio de reflexión entre aquellos “que han decidido pelear por un mundo sin autoritarismo ni fronteras”.

La frontera, según denuncian, “es mucho más que una línea imaginaria. Es un sistema de control que selecciona y divide, que se abre y se cierra según la necesidad económica y política”, y que bloquea “a quienes no son considerados ‘útiles’”.