Más de 2.600 migrantes llegaron a Bizkaia este verano, según los datos facilitados ayer por la Diputación, lo que representa el 14% de los inmigrantes que llegaron a las costas andaluzas. La mayoría de ellos procedían del África subsahariana y eran personas en tránsito hacia Francia y Bélgica, explicó Teresa Laespada, quien defendió la respuesta “rápida y eficaz” ante este fenómeno de las instituciones vascas. “La Diputación ha asumido su responsabilidad a pesar de que no es un ámbito de su competencia”, destacó la diputada de Empleo, Inserción Social e Igualdad.

En una comparecencia en las Juntas Generales, Laespada recordó que recibió la primera llamada avisando de la llegada de un grupo de personas desde Andalucía el 20 de junio y ese mismo día habló con entidades del tercer sector para abordar su acogida. A los pocos días, se puso en contacto con el concejal de Acción Social del Ayuntamiento de Bilbao, Iñigo Pombo, para habilitar recursos apara atenderles y se puso en marcha el primer recurso el día 29. Posteriormente, fue el Gobierno vasco quien asumió el liderazgo y la coordinación en este ámbito y se creó una mesa institucional en la que también participan colectivos como Cruz Roja, Harresiak Apurtuz, Cáritas, CEAR o SOS Racismo. En total, se han habilitado 218 plazas en la CAV para atender a estas personas. También mantienen contacto tanto con el Gobierno estatal, competente en materia de inmigración, como las asociaciones de subsaharianos del territorio, “la principal red de referencia para estas personas migrantes”.

Desde la oposición, tanto EH Bildu como Podemos cuestionaron la respuesta dado por las instituciones vascas a la situación vivida este verano. “Recibimos una versión desde las administraciones y otra desde la realidad”, lamentó Josu Unanue, mientras que Eneritz de Madariaga reprochó a la Diputación una actuación “nula” y haber “obviado” a los movimientos vecinales.

Teresa Laespada defendió la respuesta “rápida y eficaz” de las instituciones vascas, en especial de la Diputación, pese a no tener competencia en esta materia. También señaló que, aunque los recursos están diseñados para atender a los migrantes por un máximo de tres días, la “inmensa mayoría” no llega a completar ese periodo y defendió que “los refugiados han desayunado y han comido los siete días de la semana”, en los centros habilitados para ello, que “en ningún momento” se han llenado.

En este sentido, y tras alabar el trabajo “profesional” que realizan las entidades del tercer sector, criticó los desayunos con migrantes que han organizado algunas entidades vecinales. “Han preferido ir contra el Gobierno en lugar de querer hacer un trabajo conjunto”, lamentó Laespada. Finalmente, avanzó que la Diputación mantendrá las partidas económicas en esta materia.