180 familias locales y extranjeras se unen contra la segregación

el kutxaespacio acoge esta tarde la fiesta de fin de curso para los participantes en el programa ongi etorri eskolara, que se desarrolla en seis centros escolares

Diario de noticias de Gipuzkoa, C. Alonso, 19-06-2018

Más de 180 familias han tomado parte este curso en el programa Familia Laguna, que permite a los escolares que llegan a Donostia desde distintos países del mundo poder hacer más fácil su integración, gracias a la colaboración de familias donostiarras. Los centros educativos Aitor Ikastola, María Reina, Zuhaizti, Intxaurrondo Ikastola, Intxaurrondo Hegoa y Amara Berri forman parte de esta nueva experiencia, que empareja a las familias, de modo que una donostiarra ejerce de tutora de la que ha llegado de otro país y le ayuda así a meterse en la vida escolar, a no estar desconectada de los demás padres y madres en el patio y a hacer nuevos conocidos y amigos que, a la larga, “dan poder a las familias que han venido de otros lugares y que terminan siendo también parte del consejo escolar de los centros, organizando actividades, etc…”. 90 grupos donostiarras han tomado parte este curso como tutores para otros tantos núcleos familiares extranjeros.

Así lo explicaron ayer las responsables de los programas Familia Laguna y Ongi Etorri Eskolara, Lola Boluda y Dorleta Mikeo, junto a la concejala de Diversidad Cultural del Ayuntamiento de Donostia, Duñike Agirrezabalaga. “Somos conscientes de la labor realizada por los centros y el esfuerzo que supone trabajar la interculturalidad como actividad fuera del currículo”, dijo la corporativa, que añadió que “las escuelas son un instrumento fundamental en la construcción de nuestras sociedades”.

La iniciativa que empareja a las familias locales (la mayoría euskaldunes) con las de otras latitudes comenzó a gestarse en 2014 en Aitor Ikastola, de la mano de madres del centro relacionadas con el mundo del trabajo social. Tal y como explicó Boluda, “la idea persigue varios objetivos difíciles de conseguir;en primer lugar el acompañamiento a los alumnos y progenitores de otros países, en segundo lugar, poner en valor su cultura y darla a conocer y, finalmente, acercar a estos ciudadanos al euskera”. Los fines perseguidos son, según señalaron, logrados en muchas ocasiones, por lo que mostraron su satisfacción.

Las familias que han sido invitadas a tomar parte en los programas de acogida, y han aceptado hacerlo, proceden de una treintena de países del mundo, tanto de Latinoamérica, como de Europa, Asia y África.

Con el fin de agradecer la implicación de todos los que han ofrecido su tiempo para la iniciativa, el Kutxaespacio de Miramon acogerá esta tarde una fiesta de fin de curso, organizada por el departamento municipal de Diversidad Cultural, a la que están invitados todos los alumnos y parientes a partir de las 17.30 horas. Los escolares, de Educación Infantil y Primaria, podrán conocer el museo donostiarra como premio a una tarea que ha permitido trabajar en contra de la segregación de las personas extranjeras en su llegada a la capital guipuzcoana.

Agirrezabalaga destacó la importancia de “la sensibilización, el conocimiento, el reconocimiento mutuo, la convivencia, el respeto entre las culturas y la participación, que son los ejes fundamentales del trabajo realizado”. Los buenos resultados de la iniciativa han llevado a que también se lleve a cabo en Zarautz, según señalaron sus impulsoras.

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