Las solicitudes de asilo en Euskadi se han duplicado en el último año

CEAR-Euskadi advierte de que las plazas residenciales para los refugiados «se han queado cortas»

Diario Vasco, TERESA FLAÑO, 19-06-2018

«Cuando se quiere acoger y dar respuesta humanitaria se puede» y buena prueba de ello es el caso del ‘Aquarius’. Así lo entiende la Comisión de Ayuda al Refugiado en Euskadi (CEAR) que ayer presentó su informe anual ‘Las personas refugiadas en España y Europa’, con motivo del Día Internacional de las Personas Refugiadas que se celebra mañana miércoles.

Pero a pesar de ello, en su comparecencia, el presidente de la ONG en la País Vasco, Javier Galparsoro, la directora, Patricia Bárcena, y la coordinadora de Agencia, Elena Valverde, alertaron de la situación de esos inmigrantes porque la resolución de la situación de emergencia que se ha producido con el barco que el domingo llegó a Valencia es un hecho puntual como se ha reflejado con la llegada de otras 1.290 personas a las costas andaluzas «que no han sido recibidas con los mismos honores y probablemente no van a recibir el mismo tratamiento jurídico». Las consecuencias pueden ser que haya «refugiados de primera y segunda categoría, hay que garantizar la protección internacional y la acogida a toda persona que huya de una persecución y así lo requiera».
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Según los datos de CEAR, El año pasado en Euskadi se recibieron 970 solicitudes de asilo, número que prácticamente duplica las 500 de 2016. La mayoría se realizaron en Bizkaia (592), otras 258 fueron en Álava y 121 en Gipuzkoa.

El dato
121 solicitudes
de asilo se registraron el año pasado en Gipuzkoa. En Bizkaia fueron 592 y 258 en Álava. El total es prácticamente el doble de las 500 de 2016.
Este incremento ha llevado a que las plazas existentes para acoger a los refugiados en la comunidad, que son 463, se hayan quedado cortas porque «ya están ocupadas o reservadas y solo en las que gestionamos desde CEAR-Euskadi tenemos una lista de espera de más de 100 personas para poder entrar en alguna de ellas», indicó Bárcena para quien la alternativa se encuentra en que sean las instituciones vascas, creando nuevas plazas y sistemas de acogida, las que den una solución, o al menos un respiro, al problema.

Es la delegación de la ONG en el País Vasco quien está atendiendo gran parte de las solicitudes de asilo en la comunidad, un 70%. El 40,33% fueron realizadas por ciudadanos de Venezuela, el 9,52% procedía de Colombia y el 8,16% de Ucrania. En cuanto a sexos, el 54% fueron hombres y el 46% mujeres.

Propuestas de CEAR-Euskadi
Crear un albergue
de primera acogida para personas que no han podido entrar en el programa de asilo, con una capacidad mínima de 60 plazas.
Reducir el
tiempo mínimo de espera para tramitar la solicitud, que ahora es de unos 3 meses.
El aumento de las peticiones de asilo se debe, entre otras razones, a que las personas que huyen de la persecución son cada vez más conocedoras de sus derechos y a que se han incrementado los conflictos internacionales.

«Se ha extendido la falsa creencia de que las personas refugiadas no llegan», explicó Galparsoro, porque «los datos demuestran que sí llegan, la cuestión es que lo hacen por su cuenta y sus casos no son mediáticos».

Coordinación
En la presentación no faltaron constantes referencias al ‘Aquarius’. «Además de celebrar la decisión de acoger a las personas rescatadas, el Gobierno central tiene que adoptar medidas que permitan afrontar el incremento de solicitudes de asilo y llegadas por mar a España», apuntó el presidente de CEAR-Euskadi porque «existe la necesidad de un mecanismo de coordinación regional con corresponsabilidad de todos los estados miembros de la comunidad europea para organizar los rescates, desembarcos y posterior reubicación. Ayer (por el domingo), sin ir más lejos llegaron a las costas andaluzas unas mil personas. No había fotógrafos para recibirlas, ni cámaras, ni representantes políticos».

Varias son las propuestas que a entender de los responsables de la ONG pueden ayudar a mejorar la situación. Minimizar el tiempo de espera para tramitar la solicitud de asilo es una de ellas. En estos momentos, las personas esperan una media de tres meses para formalizar la protección internacional. En la oficina de San Sebastián se está dando cita para septiembre, en la de Vitoria para el mes de agosto y en Bilbao el plazo se alarga hasta octubre.

CEAR denuncia que en el Gobierno central se rechazan dos de cada tres peticiones

Habrá un nuevo récord de personas que piden asilo porque hasta mayo ya se han contabilizado 17.000

Es precisamente esa espera la que agrava el impacto en su salud metal que tiene haber vivido experiencias como la persecución por lo que abogan por una atención a la salud integral.

También consideran prioritario crear un albergue público, con entre 60 y 100 plazas, de primera acogida a las personas que todavía no han podido entrar en el programa de asilo y que no tienen posibilidad de alojamiento en casa de familiares o red social. En todo Euskadi en estos momentos hay 50 plazas en albergues y hostales que resultan «absolutamente insuficientes».

El año pasado la solicitudes de asilo en España se duplicaron. Si en 2016 las recibidas fueron 15.755, el último balance registró 31.120, cinco veces más que en 2014. Por primera vez se incrementó el número de peticiones con respecto al conjunto de la UE, aunque aún son siete veces menos que en Alemania, cuatro menos que en Italia, tres veces por debajo de Francia y cerca de la mitad que Grecia. CEAR vaticina un nuevo récord de peticiones de asilo este año ya que hasta mediados de marzo se habían contabilizado 17.000.

También aumentaron notablemente las llegadas irregulares a costas españolas que se triplicaron. De las 8.162 de 2016, ascendieron a 21.663 en 2017. Las llegadas por mar pasaron del 2% al 13% del total registradas en la Unión Europea. Al menos 224 personas murieron en el intento, aproximadamente una de cada cien.

Los responsables de CEAR muestran su preocupación por las solicitudes rechazadas. Fueron 8.675 las que aceptaron, es decir dos de cada tres fueron desestimadas. En España el porcentaje de las decisiones positivas es del 35%, mientras que en Europa fue del 45%.

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