Los menores del Aquarius empiezan su vida en Alicante: ganas de Mundial y de aprender español

El Mundo, DANIEL MOLTÓ , 19-06-2018

Que el fútbol es prácticamente un idioma universal pudo constatarse ayer en el albergue de Alicante que desde este domingo acoge a los 113 jóvenes menores de entre 12 y 17 años transportados hasta Valencia por los buques Aquarius, Dattilo y Orione. De hecho, el interés que muchos de estos chicos y chicas muestran por el Mundial fue clave para empezar a forjar la todavía incipiente relación de confianza con los integrantes del operativo de Cruz Roja, responsables de su acogida durante las próximas semanas y compañeros este lunes de algún que otro partido improvisado en el patio del centro. Los chavales llegaron el domingo de forma escalonada y según explicó a EL MUNDO el responsable del dispositivo, Roberto Erades, lo primero fue atender su higiene y sus prioridades sanitarias, que eran «mejorables». Tras su primera noche en el albergue, la impresión general de sus cuidadores es que por la mañana estaban «más descansados» y presentaban mucho mejor aspecto. En general, apuntó Erades, se les ve «contentos» pese al cansancio acumulado durante su periplo. «Sobre todo, notamos que están sumamente agradecidos y que lo quieren comunicar», añadió el responsable del servicio. La atención sanitaria, reforzada por la presencia de efectivos de Salud Pública, se centró en las primeras horas en curar las heridas que presentaba alguno de estos menores, debido a rozaduras infectadas o a quemaduras solares, así como atender a signos de deshidratación o a algún caso de tensión baja. Nada grave en principio, subrayaron desde la entidad humanitaria. Importante estar también pendientes de la parte psicológica, ya que algunos de estos jóvenes ha atravesado situaciones muy difíciles, en ocasiones incluso previas al momento en que tuvieron que abandonar sus países. «Hay algunos comentarios al respecto entre ellos, pero la sensación en general es de mayor tranquilidad ahora».Atención jurídica Una vez atendidos estos aspectos, los profesionales de Cruz Roja se centraron en la ayuda jurídica y les explicaron que, como menores no acompañados, tienen sus derechos y que uno de ellos es estar tutelado por la Generalitat. También les hicieron saber que la entidad tiene delegada la responsabilidad de su cuidado durante el tiempo que estén en el centro, que debe ser temporal antes de que sean derivados a alguno de los recursos de la Administración. Algo que llamó la atención del personal de Cruz Roja es lo «extremadamente respetuosos» que son los jóvenes acogidos. «Cuando han estado en el comedor desayunando o almorzando no han hecho apenas ruido y se ceden el paso unos a otros», subrayó Erades. Es un grupo muy variado, ya que los menores proceden de Guinea, Etiopía, Eritrea o Gana, entre otros países. Por eso, para establecer una mejor comunicación se les separó en grupos respetando sus vínculos familiares y de amistad según entendían el inglés o el francés. Y hablando de idiomas, «también nos ha sorprendido gratamente la cantidad de ellos que se interesa ya por aprender español. Alguno incluso ya ha chapurreado alguna palabra», añadió.Durante las próximas semanas, el objetivo de este operativo será hacer que la estancia en el centro de los chicos y chicas sea lo más enriquecedora posible, organizando para ellos actividades lúdicas y deportivas, así como ayudándoles a integrarse con el idioma y las costumbres. Más de 200 voluntarios Según informó Cruz Roja, más de 200 profesionales y voluntariado de la organización apoyan desde el domingo la primera acogida a estas personas a través de diferentes recursos en la Comunidad Valenciana. En la ciudad de Valencia hay instalado un albergue provisional con capacidad para acoger a cerca de quinientas personas (adultos y familias). Los menores no acompañados se encuentran haciendo uso de los recursos dispuestos en las provincias de Alicante (donde han sido desplazados los 113 chicos y chicas de entre 12 y 17 años) y en la provincia de Castellón, treinta profesionales y voluntarios apoyan a otros 13 menores, los de más corta edad. Este recurso cuenta con el apoyo de más de setenta voluntarios y voluntarias que prestan estos días, junto al personal técnico labores de avituallamiento (alimentación y cobertura de necesidades básicas) y acompañamiento a las personas. A esta labor hay que destacar el imprescindible apoyo que continúan prestando traductores y traductoras y personal de la Generalitat Valenciana.Del total de personas llegada a Valencia destacar las más de treinta nacionalidades diferentes, siendo las de mayor prevalencia las personas procedentes de Nigeria, Sudán, Eritrea y Argelia.

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